¿Sabías que muchas enfermedades conllevan la inflamación de los órganos u otras partes del cuerpo? Por ejemplo, todas las patologías que terminan en –itis esconden procesos inflamatorios: sinusitis, artritis, faringitis, diverticulitis, conjuntivitis, celulitis, etc., entre muchas otras.

Además de aliviarlas con antiinflamatorios, analgésicos y otros medicaments convencionales y suplementos naturales, en este artículo te explicamos cómo puedes reducir la inflamación eligiendo alimentos que precisamente tienen propiedades antiinflamatorias.

Descubre las propiedades de la cúrcuma, la cebolla, el brócoli, la papaya, la col o el té verde.

Cúrcuma

Esta especia, también conocida por sus beneficios antioxidantes, anticancerígenos y antidepresivos, es uno de los alimentos más antiinflamatorios que encontramos. Su componente curcumina es altamente antiinflamatorio, por lo que se recomienda a personas que sufran dolores, reumatismo, fibromialgia o fatiga crónica, etc.

Podemos tomarla en forma de extracto, cápsulas o comprimidos, o bien incluyéndola en nuestros menús diarios.

En este caso debemos saber que la cúrcuma da un poco de sabor y bastante color amarillo a las recetas, pero la podemos incluir tranquilamente a todo tipo de sopas, cremas, guisos, arroces, pasta o salsas. Y además, también la podemos añadir a postres como pasteles, batidos, flanes, natillas, etc.

La dosis recomendada sería, aproximadamente, de una cucharada de postre diaria.

Papaya

Esta fruta exótica, que hemos destacado muchas veces gracias a sus propiedades medicinales, es rica en vitamina C y E y es un excelente antiinflamatorio, especialmente de todo el tracto digestivo. Esto sucede gracias a su contenido en papaína, una enzima que ayuda en la digestión de las proteínas y de esta manera mejora la digestión a la vez que reduce la inflamación.

Podemos consumir la papaya cruda o batiéndola con agua. Si la preparamos en forma de batido recomendamos incluir también algunas de sus semillas, que tienen propiedades antiparasitarias.

Cebolla

La cebolla es rica en minerales como el calcio, el magnesio, el cloro, el cobalto, el cobre, el hierro, el fósforo, el yodo, el silicio o el azufre, entre muchos otros, y también contiene las vitaminas A, B, C y E. Pero lo que más destacamos son un flavonoide antioxidante que contiene llamado quercetina y un polifenol antioxidante conocido como antocianina. Estos componentes previenen la oxidación de ácidos grasos, ayudan a eliminar los radicales libres que reducen de manera importante la inflamación de todo el cuerpo.

La cebolla también tiene propiedades altamente depurativas, antisépticas y diuréticas.

La recomendamos especialmente para las inflamaciones del aparato respiratorio y del urinario.

Col

La col, igual que la cebolla, también contiene quercetina, por lo cual también la destacamos como verdura antiinflamatoria. Especialmente recomendada para combatir las inflamaciones intestinales, ya que también tiene propiedades antiácidas y es rica en vitamina C. Podemos tratar problemas como la diarrea, las úlceras, la diverticulosisla diverticulitis.

Muchas personas aborrecen el sabor de la col hervida, pero nunca la han probado de otras maneras. Te proponemos licuarla cruda y combinarla con manzana, zanahoria o remolacha.

También podemos cortarla muy fina y dejarla macerar dos horas aliñada con aceite de oliva, vinagre de manzana, sal marina, una pizca de azúcar moreno y orégano.

Además, la col tiene la gran ventaja de que también funciona tópicamente. Si queremos aliviar una inflamación en las articulaciones, la espalda o el vientre, pondremos agua a hervir, meteremos una hoja grande de col verde unos 30 segundos en el agua, la sacaremos y la aplicaremos directamente sobre la zona dolorida. La dejaremos actuar unos minutos.

Brócoli

Y la tercera verdura que contiene quercetina y que destacamos en este artículo es el brócoli, no sólo por ser antiinflamatorio sino también porque es un alimento anticancerígeno, alcalinizante y muy antioxidante.

Para disfrutar de sus beneficios tenemos que evitar cocinarlo en exceso, permitiendo que mantenga su color verde y que tu textura sea firme. Lo podemos cocinar por ejemplo al vapor.  Otra opción muy saludable es consumir semillas germinadas de brócoli.

Té verde

Esta excelente y tradicional bebida medicinal es rica en antioxidantes y flavonoices, que ayudan a reducir la inflamación.

Potenciaremos sus efectos antiinflamatorios si lo combinamos con un poco de jengibre en polvo y lo endulzamos con estevia.

Recomendamos tomarlo fuera de las comidas, especialmente si sufrimos anemia, ya que dificulta la asimilación del hierro que contienen los alimentos.

También deberíamos elegir un té verde de calidad, a ser posible ecológico. Lo podemos tomar en infusión o comprimidos.

 

Fuente: Mejor con salud