Entramos ya en las últimas dos semanas de exposición! Berlín en Enero tiene encanto y además podréis disfrutar de una propuesta singular.

Nuestra colaboradora Alejandra Rubies, autora de muchas de las preciosas ilustraciones que véis en ella y el abanico, expone sus dibujos y pinturas en Berlín.
Título de la exposición : «Zwischenzeiten» (Entretiempos)
Lugar: Cornelsen Verlag, Berlin
Hasta el 29 de enero de 2016
Se puede visitar con cita previa, a tavés del email sandrarubies@web.de
Os dejamos el texto escrito por  Claudia Silveyra D’Avila sobre estas obras:

Amor y mentiras

Frágiles, fieles, sonríen quedamente
con muda incitación, como sonrisa
que brota desde un fresco labio humano.
Mas su forma graciosa nunca engaña:
nada prometen que después traicionen.

(del poema “Violetas”, de Luis Cernuda)
Seis mujeres amorosas – ¿mentirosas? ¿O víctimas de mentiras? Lo que cuentan los cuadros de Alejandra Rubies es más que una rima, más que una broma, más que un lugar común. Cuentan o insinúan historias sutiles, profundas, poéticas. Seis lienzos, seis retratos, seis fisonomías que dialogan entre sí, atrayendo, invitando, provocando, a quien las contempla, a envolverse en el misterioso universo femenino y humano. ¿Qué estarán pensando, conversando, tramando estas hadas-hechiceras con aires hedonistas, hilarantes y melancólicos? Sinuosos labios rojos, vistosos cabellos y ojos, líneas dinámicas creando siluetas imponentes y rostros que delatan el impacto de terribles verdades y bellas mentiras. Diversos estados de ánimo habitan, llenan, dominan el lienzo: rabia, celos, sueños, ilusiones, pasión, deseo, soledad, desesperación, esperanza, malicia, saudade.
Las mujeres rubianas dejan traslucir un imaginario dionisíaco, vivaz, liberado, seductor, al que pertenece el anhelo de amar y ser amadas. Han pasado por experiencias dolorosas, indisociables de la condición humana: confianza y desconfianza, encanto y desencanto, engaño y desengaño, sufrimiento y angustia por mentiras profundas e hirientes. Contestan con tristeza, pero también con censo de humor, con gestos pícaros, atractivos, atrevidos, desenfadados, generosos y amorosos. Compartir lo vivido en una tertulia significa una catarsis regeneradora que las libera de amargas ataduras del pasado, permitiéndoles una auto-escenificación, en la que se develan, se ocultan, se reinventan.
Constelación ésta en que la artista explora con empatía antropológica y maestría estética lo sensorial, lo onírico, lo teatral del cosmos femenino, en el campo de tensión entre lo serio y lo lúdico. Ella recuerda el arte barroco y expresionista, dialoga con estéticas de antiguos carteles de cine y teatro, transita entre el lenguaje del arte pop, la estética de lo placativo, llamativo y caricaturesco, emanando un aliento de boleros, y de novelas románticas – conjugando lo sofisticado del arte erudito con el arte popular.
La visión plástica y poética de Alejandra Rubies, a primera vista, parece relativizar normas morales, pero una mirada más atenta muestra que lo que aquí importa es la complicidad con el amor y el amado, desembocando quizás en mentiras cariñosas que dotan la vida de ligereza, humor y gracia, atenuando el peso de coerciones y reveses. Transpone así la distancia entre lo real y lo escénico, entre la vida y la poesía, el amor y la mentira.