En la entrada de hoy queremos explicaros la premenopausia además de daros una serie de recomendaciones saludables y consejos nutricionales para afrontarla de la mejor forma y ánimo.

Cuando hablamos de menopausia generalmente nos referimos a toda una etapa en la que la mujer entra en la edad madura. Pero lo cierto es que convendría diferenciar entre tres períodos de transición paulatina del estado reproductivo o período fértil de la vida al no reproductivo: la premenopausia, la menopausia y la postmenopausia.

  • Premenopausia: Período que precede a la menopausia. Puede durar meses o años y suele ir acompañado de alteraciones del ciclo tanto en lo que se refiere a la cantidad de la pérdida como a la frecuencia de presentación, aunque algunas mujeres no presentan irregularidades previas y simplemente un día dejan de menstruar.
  • Menopausia: Desaparición definitiva de las reglas.
  • Posmenopausia: Período posterior a la menopausia. En esta fase aparecen las complicaciones y los síntomas por la falta de hormonas (estrógenos) que irán instaurándose de forma lenta y progresiva con el paso de los años.

Premenopausia

Esta transición del período reproductivo al no reproductivo en la vida de la mujer se inicia unos 10 años antes del cese definitivo de las menstruaciones, es decir, alrededor de los 40 años. En la mayoría de las mujeres durante la premenopausia, se producen diferentes cambios físicos o psicológicos. Durante este período, pueden experimentar una serie de síntomas como: ciclos irregulares, reglas más largas y abundantes, primeros sofocos y sudores nocturnos, sequedad en la piel y mucosas (también en la vagina), cambio en la distribución de la masa corporal, alteraciones del sueño, cambios de humor, ansiedad o pérdida de la capacidad de atención.

Si bien estos síntomas no son una amenaza grave para la salud, sí pueden resultar molestos y limitar la actividad normal de la mujer y por lo tanto su calidad de vida. Afortunadamente, existen numerosas soluciones y consejos para aliviar los incómodos síntomas de esta etapa de la vida.

 El papel del FSH en la menopausia

La FSH (Hormona Folículo Estimulante) es una hormona que participa en la producción de los óvulos. En la etapa fértil de la mujer, los niveles de FSH aumentan durante la primera parte del ciclo menstrual hasta que se produce la ovulación. Después dichos niveles descienden, se normalizan hasta que se produce la menstruación y vuelven a aumentar en el siguiente ciclo y así sucesivamente.

Pero cuando se acerca la menopausia, la FSH alcanza niveles más elevados porque los ovarios tienen más dificultad de producir óvulos. Eso se debe a que el organismo reacciona produciendo más FSH para estimular la producción de óvulos.

Uno de los métodos para saber si la mujer se encuentra en un estado cercano a la menopausia es la medición de la FSH (Hormona Estimuladora del Folículo). En la farmacia encontrarás un producto que te permitirá conocer los niveles de FSH: el Test de Menopausia de Cinfa. Ello te ayudará a estar mejor informada sobre si sus síntomas como primeros sofocos, ciclos irregulares, sequedad vaginal y/o de la piel, problemas para dormir e irritabilidad tienen que ver con el inicio de la transición a la menopausia. La prueba es muy simple, basta con utilizar la primera orina de la mañana.

Consejos de hábitos de vida durante la premenopausia

Las principales medidas que se pueden llevar a cabo son eficaces, resultan muy sencillas de aplicar en la vida diaria y no comportan riesgos asociados.

  • Fomenta tu autoestima: dedica tiempo a tus aficiones que durante un tiempo hayas dejado olvidadas. Una actitud positiva y activa es vital para hacer frente al desánimo característico de esta etapa.
  • Realiza ejercicio físico moderado y regular: hay que evitar el sedentarismo, por ejemplo, caminando entre media hora y hora diaria o con otro tipo de actividades como el baile, aerobic, el yoga, la natación y de acuerdo a las posibilidades reales de cada uno. Incorpora por ejemplo las siguientes actividades en tu rutina diaria:

– Subir y bajar escaleras en lugar de coger el ascensor.

– Si es posible, ir al trabajo andando.

– No utilizar el coche para trayectos pequeños

– Si coges el bus o el metro, bajate dos paradas antes

  • Realiza controles periódicos de tensión arterial, colesterol y glucosa.
  • Huye del tabaco: fumar puede adelantar el comienzo de la menopausia.
  • Acude a las revisiones ginecológicas: para evitar problemas típicos de esta etapa es imprescindible un control ginecológico periódico. Tu médico valorará la severidad de los síntomas y los posibles tratamientos.
  • Evita la automedicación con hormonas u otros medicamentos: consulta con tu médico y también en la farmacia para fomentar el cumplimiento terapéutico y realizar el seguimiento farmacológico del mismo.
  • Consulta en la farmacia acerca de soluciones nutricionales: muchos de los trastornos que afectan la calidad de vida de la mujeres, en muchos casos requerirá de una prescripción farmacológica. El empleo de soluciones nutricionales que contengan isoflavonas de soja pueden ser un recurso de gran ayuda para combatir los efectos emocionales y físicos de la mujer en esta etapa de la vida.

Consejos nutricionales para mejorar la calidad de vida en la premenopausia

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Durante este período es fundamental seguir una alimentación variada, equilibrada y adecuada. Los siguientes consejos nutricionales te ayudarán a reducir el consumo de grasas y azúcares e aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales y finalmente incrementar el consumo de calcio y vitamina D.

  • Desayuna siempre: saltarse el desayuno incrementa el riesgo de obesidad.
  • Elige alimentos con fibra y si puede ser integral mucho mejor: previenen el estreñimiento, normaliza tus niveles de azúcar y reducen el colesterol. Se encuentran en cereales, legumbres, verduras, fruta, hortalizas y frutos secos.
  • Come legumbres entre dos y cuatro veces a la semana (alubias, guisantes, garbanzos, habas, lentejas,etc). Mantienen a raya el colesterol.
  • Toma tres frutas al día: elígelas frescas y enteras, ricas en vitaminas y minerales necesarios para nuestro corazón y para tener una piel más joven y firme por su contribución al mantenimiento del colágeno.
  • Evita las grasas saturadas (mantequillas, tocino, seso, paté, embutidos, etc) y las grasas trans (productos de bollería, palomitas, panadería industrial, precocinados,etc). No son recomendables porque aumentan el colesterol. En cambio, apuesta por las grasas insaturadas como el aceite de oliva y los pescados azules (sardinas, jurel, atún, trucha, salmón,etc)
  • Modera el consumo de proteínas: seleccione cortes magros de carne, tanto de carnes rojas (ternera, cordero, caza) como aves (pollo y pavo).
  • Reduce la sal en las comida: la sal aumenta la tensión arterial y la retención de líquidos. Por ello, sustitúyela por especias como pimienta, ajo, hierbas aromáticas y zumo de limón. Evita alimentos precocinados como las conservas, sopas de sobre, pastillas de caldo, embutidos,etc.
  • Modera el consumo de alcohol y café y otros estimulantes perjudiciales: más de dos o tres tazas de café diarias o más de dos vasos de vino al día no son recomendables. Asimismo, es conveniente evitar las comidas picantes, que pueden desencadenar la aparición de los sofocos.
  • Incorpora el calcio y la vitamina D a tu dieta: sus huesos serán más fuertes: elige lácteos como leche semidesnatada, quesos frescos desnatados y yogures bajos en grasa.
  • Bebe alrededor de dos litros de agua al día (8 vasos): es importante mantener una correcta hidratación. Favorecen la digestión de los alimentos, y ayudan a normalizar el tránsito intestinal.

 

Recuerda que la menopausia es una etapa más en la vida de la mujer, no es ninguna enfermedad ni mucho menos. En algunos países incluso tanto la menopausia como el envejecimiento son razón de orgullo, por ejemplo, en la India, no solamente no se da importancia a la menopausia, sino que se espera con cierta ilusión porque la mujer asciende en la escala social.

Fuente: Blogs de salud del Diario de Navarra