A veces me pasa que me “meto en un carril”, como si la agenda enganchase los rieles de una vía y sin darme cuenta voy avanzando perdiéndome el paisaje. En un momento dado cualquiera pongo el piloto automático y…  me pierdo. Como cuando haces repetidamente un trayecto y no recuerdas si los semáforos estaban en rojo o en verde…

Fuente: http://mmarellano.com/d%C3%ADas-de-regalo-para-enfocarse-y-conectar/

Y de pronto, un día, me doy cuenta de que ¡he llegado a un punto distinto del que yo esperaba! Me he metido en un bucle de rutinas que me van apagando poco a poco.

Como me pasa de forma cíclica, he tomado la determinación de incorporar en mi agenda dos elementos que te recomiendo vivamente y que el Universo de ha recordado de formas diferentes esta semana.

El primero de ellos es: incorpora SIEMPRE en la agenda al menos un café con alguien distinto a quien ames, respetes o te provoque curiosidad. Regálate un rato con alguien fuera de tu círculo habitual. Es un momento mágico en la semana. Yo los llamo mis “días de regalo”, para mí son los viernes, pero puedes escoger cualquier día.

Piensa en alguien a quien no ves hace tiempo, o que a quien recientemente le ha pasado algo, o que de pronto recuerdas… O simplemente repasa tu agenda del móvil y llama a alguien con quien no hablas hace tiempo. Para crecer personal y profesionalmente es imprescindible mantener engrasado el músculo social y el músculo de la sorpresa y el aprendizaje. Conectarse, vivir conectado con los demás no sólo en el mundo digital, sino en la dimensión física, sentir la energía del otro… es un elemento vivificante y crucial.

El segundo es un truco que me permite mantener el foco. Ese foco que de pronto pierdo cuando voy en pos de mis objetivos y me pierdo en el paisaje o en el piloto automático. Para volver al centro, a mi foco, me pregunto “¿Con qué me he comprometido esta semana? ¿Qué cosas he hecho para acercarme a eso que quería conseguir?” Yo me lo he anotado en mi “viernes de regalo”, cuando repaso lo que he hecho la semana y preparo la agenda de la semana siguiente.

Tiene que tratarse de cosas que realmente tengan Sentido para mi. Cosas que me merecen la pena, cosas con las que me comprometo: la exploración o desarrollo de mis talentos, mi crecimiento personal, bienestar social, físico o emocional, esa causa por la que invierto parte de mis neuronas… Cosas que me impulsan más allá del quehacer habitual de citas o compromisos laborales o familiares. Cuando llevo algunas semanas respondiéndome “nada” es señal inequívoca de que necesito un “nuevo café”…

Porque el efecto se potencia cuando se unen las dos cosas: cuando quedo con una amiga o con alguien para compartir esos compromisos y acciones. Cambiamos de sitio, de bebida o de actividad, pero siempre nos permitimos la sorpresa; y al despedirnos cada una piensa que ha sido la otra quien más le ha aportado…

Es lo que tiene la magia del compartir… Sigamos compartiendo aquello que para cada cual tiene Sentido. Siempre crea redes muy ricas.

Marta Arellmartaarellanoano

Desarrollo de Personas y Organizaciones  

www.mmarellano.com