Las mujeres que practican deporte entre ocho y diez horas por semana o que ingieren más grasas poliinsaturadas son más propensas a alcanzar la menopausia antes que aquellas que no siguen estos hábitos, según se ha podido desprender de un estudio de la Universidad Gifu (Japón). Estos resultados podrían ser importantes para prevenir el cáncer.

Concretamente, los investigadores, que han publicado los resultados en la revista Menopause, evaluaron a más de 3.100 mujeres premenopáusicas durante una década y llegaron a la conclusión de que el 17% de las mujeres que hacían ejercicio durante ocho y diez horas eran más propensas a comenzar la menopausia durante el tiempo de estudio que aquellas con vidas más sedentarias.

Alimentos

Asimismo, las mujeres que comían más grasas poliinsaturadas, que se encuentran en muchos pescados y aceites vegetales, eran un 15% más proclives a llegar a la menopausia durante el período de investigación que aquellas que ingerían la menor cantidad de estos alimentos.

Para realizar el estudio, se facilitaron cuestionarios sobre alimentación y ejercicio a mujeres de 35 a 56 años al inicio de la investigación. Durante la siguiente década, casi 1.800 de ellas entraron en la menopausia. Durante la menopausia, que suele iniciarse entre los 41 y los 55 años, los ovarios femeninos dejan de producir óvulos y la mujer ya no puede quedarse embarazada.

Según la presidenta de la Sociedad Norteamericana de la Menopausia, Joann Manson, este fenómeno hace que las mujeres tengan menor exposición a niveles elevados de estrógeno, que promueve los tumores mamarios, lo que explicaría por qué la menopausia temprana está ligada a menor riesgo de cáncer de pecho. «El mensaje de este estudio es que la actividad física regular y los patrones habituales de salud cardiaca son aconsejables para reducir el riesgo de osteoporosis y de varios cánceres ligados a las hormonas. Es un efecto modesto, pero importa», ha matizado.