La disminución en los niveles de hormonas no es óbice para disfrutar plenamente de la sexualidad.
¿Es impedimento el cese de la menstruación o menopausia para reducir la actividad sexual? ¿Implica una disminución del placer?.

Estas creencias y otras similares no son más que ejemplos de lo que llamamos falsas leyendas urbanas. Si bien es cierto que la menopausia conlleva una disminución en los niveles de las hormonas femeninas hasta su desaparición total, y provoca que aparezcan una serie de signos y síntomas relacionados (llamados “trastornos”), ello no es óbice para disfrutar plenamente de la sexualidad.

Hay técnicas que ayudan a llevar la menopausia sin merma de la sexualidad. Los especialistas recomiendan, entre otras, la práctica de los ejercicios “Kegel, un tipo de acciones que se hacen para fortalecer el suelo pélvico. Con eso mejoraremos diversas cuestiones de nuestra vida que nos afectan ahora o que nos pueden llegar a afectar en el futuro, como mejorar la vida sexual haciendo que las sensaciones de la penetración sean más intensas; aumentar el deseo de tener relaciones sexuales, que serán mucho más apetecibles; aumentar la lubricación vaginal de forma natural, imprescindible ante la sequedad que conlleva la menopausia; mejorar la vida sexual, haciendo que las sensaciones de la penetración sean más intensas, y además prevenir la incontinencia urinaria.

El debilitamiento del suelo pélvico es una de las consecuencias de la menopausia. Para combatir esta circunstancia, hay que ejercitarlo, y se aconseja unos ejercicios para hacerlo de la manera más sencilla.
Como cualquier músculo del cuerpo, se trata de ejercitarlo de manera regular y localizado. Para localizarlo, con exactitud, proponemos una práctica sencilla: cuando estés en el baño haciendo pis, interrumpe la micción, y descubrirás cuáles son y dónde están exactamente los músculos de tu suelo pélvico.

Una vez localizados, es la hora de ejercitarlos. ¿Cómo? Pues haciendo contracciones. En el suelo pélvico encontramos dos grupos de músculos, los que responden a las contracciones rápidas y los que responden a las lentas. Una buena manera de hacerlos trabajar es haciendo contracciones y relajaciones de los músculos, rápidas primero (manteniendo un segundo cada contracción y cada relajación), y lentas después (manteniendo cada paso tres segundos).

Otro de los puntos importantes a la hora de trabajar el suelo pélvico es mediante la respiración. Debes mantener la respiración mientras contraes los músculos y soltar el aire mientras relajas la zona. Una rutina de estos ejercicios tres veces al día durante seis semanas te darán unos resultados que saltarán a la vista.

Superada esta fase, que parecía insalvable, lo importante es asumir la situación, y lanzarte sin tapujos a vivir plenamente tu sexualidad. Para ello, las tiendas especializadas en productos sexuales (entre las que destaca la tienda online de la firma Diversual ) disponen de una amplia gama de “juguetes” que te harán disfrutar, como las Bolas Chinas, que por lo general son dos bolas bastante ligeras que la mujer introduce en la vagina y que, normalmente, tienen en su interior otras bolas más pequeñas, creando una vibración placentera. Mediante el movimiento las bolas interiores golpean con las exteriores y realizan una especie de efecto vibratorio, produciendo sensaciones muy eróticas y placenteras. Pueden ser incluso utilizadas mientras se camina o se realiza cualquier tarea que requiera movimientos del cuerpo.

Otro producto que se aconseja es el vibrador, el juguete sexual más solicitado en la actualidad en las tiendas eróticas. Se puede utilizar para estimular el clítoris, la zona vaginal, la zona anal u otras partes del cuerpo. Existe una amplia gama de vibradores organizados en distintas categorías, con gran variedad de colores, tamaños y formas, y fabricados con materiales que se limpian de una forma sencilla.