Tras el cese de la función ovárica y la pérdida de la producción de estrógenos comienza una larga etapa. En el momento actual aproximadamente un tercio de la vida de las mujeres, transcurrirá en situación de déficit estrogénico, y entre otros acontecimientos, los huesos se encontrarán desprotegidos. Los estrógenos, y otros factores, mantienen el calcio en el interior del hueso, preservando la masa ósea.La predisposición genética, el capital óseo alcanzado por cada mujer aproximadamente hasta los 30 años, el funcionamiento endocrino general, algunos fármacos, el consumo de tabaco, el ejercicio y la dieta mediterránea con adecuada ingesta de productos lácteos y la vitamina D, son factores adyuvantes del mantenimiento de la masa ósea.

Sobre algunos factores podemos intervenir activamente, sobre otros no. En nuestra mano está incidir sobre aquello que podemos controlar.

Esta etapa se puede convertir en el momento ideal para adoptar cambios en el estilo de vida que garanticen una etapa saludable.

La pérdida de masa ósea representa un problema de salud pública cuando alcanza su máxima expresión: la osteoporosis.

La osteoporosis además, supone un problema de salud pública. Exenta de síntomas (osteoporosis enfermedad silente) y con resultados de incremento del riesgo de fracturas, sobre todo de muñeca y de cadera, en ocasiones pueden tener consecuencias fatales para la vida de las mujeres.

Hasta llegar a esta situación, los huesos han ido perdiendo de forma paulatina calcio. El objetivo: detectar la tendencia a la pérdida y adoptar las medidas pertinentes.

Especial incidencia se hará durante la charla al aporte de calcio y vitamina D, responsables a nivel general no solo del mantenimiento de la mineralización ósea.

 

 

LOLA OJEDADra. Lola Ojeda
Ginecóloga, especialista en patología mamaria.
Madrid