elena_ruizLa vitamina D pertenece al grupo de vitaminas liposolubles. Hay dos formas de vitamina D: la provitamina D3 que se activa en presencia de la luz solar, mediante la absorción de los rayos ultravioletas UVB de longitud de onda comprendida entre 290 a 315 nm, se convertirá en colecalciferol y, la provitamina D2 ergocalciferol cuya fuente es la alimentación.

por: Dra. Elena Ruíz Domingo

En los enterramientos de momias egipcias se han descubierto enanos que posiblemente fueron raquíticos. En el siglo I d.C. Sorano de Éfeso realizó la primera observación sobre el raquitismo.  Sin embargo, no es hasta el siglo XX cuando se aparecen las primeras hipótesis de que enfermedades como el raquitismo en los niños y la osteomalacia en adultos pueden ser producidas por carencia una vitamina –la vitamina D-.  Hoy en día se sabe a ciencia cierta que la vitamina D  regula el metabolismo del calcio y el fósforo, minerales vitales y fundamentales para el desarrollo y mantenimiento del esqueleto. No obstante, el interés de los científicos por la vitamina D se ha intensificado recientemente,  ya que además de su participación conocida en enfermedades del metabolismo óseo juega importante papel también en numerosas enfermedades.

La vitamina D pertenece al grupo de vitaminas liposolubles. Hay dos formas de vitamina D: la provitamina D3 que se activa en presencia de la luz solar, mediante la absorción de los rayos ultravioletas UVB de longitud de onda comprendida entre 290 a 315 nm, se convertirá en colecalciferol y, la provitamina D2 ergocalciferol cuya fuente es la alimentación. Ambas la D3 y la D2  son trasportadas al hígado donde son metabolizadas, para pasar finalmente al riñón y diversas células, donde se convierten en la forma activa de la vitamina D en el organismo. La importancia de la D3 y D2 no es igual, el 90 % de los requerimientos por parte del organismo los conseguimos a través la D3, es decir que los su mayor absorción es la obtenida mediante la radicación solar más que por la alimentación, a diferencia de otras vitaminas.

A pesar de que todas las vitaminas son sustancias indispensables en pequeñas cantidades para la salud y el crecimiento,  la vitamina D, es una gran desconocida todavía en el siglo XXI.  Aunque se sigue manteniendo el nombre de vitamina D, desde 1971 se conoció mas ampliamente su comportamiento metabólico como hormona. La función de la “mal llamada vitamina D” no solo actúa sobre el remodelado de los huesos, sino que tiene propiedades extraóseas dando lugar a diferentes respuestas biológicas.

La insuficiencia de vitamina D en el organismo da lugar a una menor absorción de calcio lo que favorece las fracturas en los huesos. Su carencia produce, debilidad muscular y promueve las caídas,  principalmente en los ancianos. Hoy se sabe que las mujeres gestantes que toman poca vitamina D tienen niños con bajo peso al nacer.  La vitamina D parece tener un gran protagonismo en el sistema inmunitario, en enfermedades infecciosas y cardíacas. También la vitamina D  esta relacionada con numerosas enfermedades como por ejemplo en la degeneración de la mácula que es la principal causa de pérdida de visión, en la diabetes mellitus, psoriasis y, en la depresión.  Numerosos estudios epidemiológicos y observacionales sugieren que la asociación de la deficiencia de vitamina D con un riesgo elevado de desarrollar diversos tipos de cáncer, especialmente el colorrectal, mama y próstata y, se le relaciona con el de pulmón y ovario. Cuando aparece el tumor cancerígeno, los bajos niveles de vitamina D se asocian a peor pronóstico y a mayor agresividad. Una carencia de vitamina D puede ser una señal temprana de aviso de riesgo de una persona de desarrollar demencia en la vejez.

Estudios recientes realizados en nuestro pais, han puesto de manifiesto contrariamente a lo que se pensaba, que un gran porcentaje de población española presenta cifras insuficientes vitamina D, incluso aquellas que viven en comunidades con muchas horas anuales de irradiación solar. Numerosos médicos  y ginecólogos interesados en estudio de la menopausia que diagnostican y tratan la osteoporosis, también aconsejan determinar en sangre la vitamina D. Es una prueba, sencilla y barata que se realiza mediante un análisis de sangre.

En aquellos casos que descubran los médicos unos niveles insuficientes o deficientes de vitamina D será fácilmente solucionable mediante un sencillo tratamiento farmacológico.


 © elplacerdelamenopausia01Elena Ruiz Domingo para “ella y el abanico”
elena_ruizEspecialista en Obstetricia y Ginecología y Medicina del trabajo.
Master en Patología Mamaria.
Licenciada en Medicina y Cirugía.
Diplomada en Sanidad.