Isoflavonas-soja-menopausiaSi hablamos de controversia en cuanto a remedios naturales, seguramente estemos tratando de la soja. La ‘Lady Gaga’ de la medicina natural es cada cierto tiempo protagonista de estudios que demuestran o desmerecen sus propiedades, levantando la polémica sobre una legumbre que cada vez se encuentra en más productos.
por Silvia R. Taberné . El Mundo

{readmorelink}Leer más{/readmorelink}

 


 En esta ocasión son los resultados publicados este mes en ‘Archives of Internal Medicine’ los que muestran la peor cara de este producto… o mejor dicho su lado nulo. A la soja se le atribuyen las bondades de regular el flujo de hormonas para reducir algunos de los efectos de los primeros periodos de la menopausia -tales como los sofocos, la sequedad vaginal o los trastornos del sueño-, así como ayudar a prevenir la osteoporosis en esta etapa femenina. Por ello, muchas mujeres lo han visto como el sustitutivo perfecto de la terapia con estrógenos y sus posibles riesgos. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Miami (EEUU) indica que esta legumbre, no es que sea más o menos beneficiosa, sino que directamente no produce ningún tipo de efecto.

Para llegar a esta conclusión llevaron a cabo un estudio controlado y aleatorio de 250 pacientes de entre 45 a 60 años, entre julio de 2004 a marzo de 2009. En su investigación, los autores buscaban determinar la eficacia de los comprimidos de isoflavonas de soja en la prevención de la osteoporosis y otros síntomas asociados a la menopausia. Así, dividieron a las estudiadas al azar en dos grupos: uno que recibía comprimidos de placebo y otro, 200 mg. de isoflavonas al día.

Los resultados dejan poco lugar a dudas, pues las diferencias entre las mujeres de uno y otro grupo eran prácticamente nulas. Mientras que en los datos sobre la osteoporosis los investigadores descubrieron que los cambios en la densidad mineral ósea de la columna vertebral y la cadera no presentaban diferencias significativas entre los dos grupos, un tanto de lo mismo pasaba con el resto de síntomas menopáusicos. Así, por ejemplo, el 48,4% de las pacientes del grupo de la isoflavona presentaba los mismos sofocos que el 31,7% de la que habían tomado placebos.

Beneficiosa en las ‘menopausias suaves’

Para Jackie Calleja, doctor del servicio de Ginecología y Obstreticia del Hospital Universitario Quirón de Madrid, «estos resultados vienen a confirmar la hipótesis que ya manejábamos sobre los efectos ‘milagro’ de la soja», afirma. «Lo que está claro es que cuando una mujer presenta una sintomatología importante por su menopausia, la soja no da resultado, salvo en aquellas que llevan toda su vida tomándola, como muchas asiáticas, donde se ha comprobado que sí tiene puede prevenir varias enfermedades, pero no vale de nada empezar a tomarla a los 50 años», asegura.

Pero ¿entonces qué hay de toda la publicidad sobre sus beneficios? «Como en todas las cosas, no hay nada que sea ni blanco ni negro», aseguran tanto este especialista como la jefa del servicio de de Reproducción Humana del Hospital Universitario de La Paz, Carmen Cuadrado: «Es cierto que la soja no previene la osteoporosis, pero cuando hablamos de menopausias suaves, cuyos trastornos no son fuertes, sí que tiene sus efectos«, comenta esta ginecóloga.

Por otra parte, al hablar tanto de sus beneficios, gran parte del ‘poder’ de esta legumbre también radica en su parte de placebo, aunque «en realidad todos los medicamentos tienen este componente, porque si recetamos algo, el paciente piensa que se va a curar y esa parte psicológica ayuda», explica esta especialista. «Además, lo que pasa con la soja es que no se han descubierto efectos a largo plazo perjudiciales, por lo que tampoco se contraindica», comenta el doctor Calleja.

«Lo que hay que tener en cuenta es que no es un remedio milagroso y no dejarnos engañar por aquellos que lo venden como solución para todo», afirma la doctora Cuadrado. «¿Qué quiere decir esto? Que si los efectos de la menopausia no son agudos, se puede utilizar durante los tres o cuatro primeros años tras la retirada de la regla, pues mal no va a hacer. Otra cosa son las menopausias con síntomas fuertes, con sofocos y demás, ahí la única solución pasa por el tratamiento hormonal sustitutivo y, a poder ser, durante el menor tiempo posible», explica.