Nos contaron que la menopausia era una enfermedad.
Nos dijeron que tendríamos, sofocos, insomnio, malestar, entre otros síntomas, y deberíamos afrontarlos y sufrirlos de forma estoica esperando que la propia naturaleza los aplacara.
Nos hicieron creer que cuando llegara perderíamos irremediablemente la feminidad y la atracción sexual.
Hoy sabemos que nada de esto es cierto.
Los científicos y sociólogos están de acuerdo en conferir a la menopausia un estado natural, y la han implantado cómo una etapa más de la vida de la mujer.
Las hormonas en la menopausia, no desaparecen sino que disminuyen y sus consecuencias en cada mujer se pueden manifestar de forma diferente. Algunas mujeres no les producen nada, muchas tienen sofocos, incluso pueden comenzar antes que desaparezca la menstruación, y otras además de sofocos muy intensos tienen manifestaciones diversas.
Para todas las situaciones existen un abanico de posibilidades, desde tratamientos con fármacos, terapias naturales o simplemente regímenes y estilos de vida, con los que se consiguen mitigar e incluso hacer desaparecer todos los síntomas.
Hoy en día, los expertos no solamente tratan la menopausia, si hay que tratarla, sino que además previenen enfermedades causadas por el descenso de los estrógenos que aparecerán irremediablemente años más tarde.
El deseo y la atracción sexual radican en el cerebro y no son territorio exclusivo de las hormonas y su competencia.
Las mujeres menopáusicas actuales debieran ser conscientes del gran cambio que se ha producido en los últimos años, ya que tienen la fortuna de poder vivir esta época de su vida de forma apacible, algo que no pudieron disfrutar sus antepasadas.
Dra. Elena Ruiz Domingo
Especialista en Obstetricia y Ginecología y Medicina del trabajo.
Master en Patología Mamaria.
Licenciada en Medicina y Cirugía.
Diplomada en Sanidad.
Colaboradora habitual de www.ellayelabanico.com
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