“Mearse de risa”... es algo tan extendido que hasta existe una frase hecha. Y sí, es un hecho generalizado. Pero que sea general no significa que sea normal. El sistema urinario debe poder contener una risa, una tos, un estornudo… Vamos a ver por qué fracasa el sistema. Vamos a hablar del suelo pélvico. Entendiéndolo a él, entenderemos sus por qués. Entenderemos qué lo estresa aprenderemos como cuidarlo en nuestro día a día. Vamos por partes: Qué es el suelo pélvico?

SUELO PELVICO 1El suelo pélvico, el periné, es el conjunto de músculos que tapizan el suelo de la pelvis. La musculatura que tenemos entre las piernas, para entendernos.

Popularmente tenemos la idea que el suelo pélvico es la musculatura de los esfínteres, la que apretamos cuando aguantamos la orina o intentamos retener un gas. Nada más lejos de la realidad.

El suelo pélvico es un potente entramado de músculos que tapizan el interior de la pelvis, y los esfínteres son una pequeñísima parte de ellos. Los esfínteres son, básicamente, la punta del iceberg del gran Suelo Pélvico.

LA ESFERA ABDÓMINO-PELVIANA

Generalmente, tendemos a imaginar el suelo pélvico como un grupo de músculos que cuelgan de la pelvis, como una hamaca. Otra vez, nada más lejos de la realidad.

Suelo pelvico 2

El suelo pélvico no cuelga allá abajo, aislado. El suelo pélvico forma parte de la esfera abdómino-pelviana, concretamente, es la parte de abajo de esa esfera.

 La parte superior de la esfera abdómino-pelviana es el diafragma, músculo respiratorio. Las paredes las forman los abdominales y la columna vertebral, y la parte inferior es el suelo pélvico.

 La esfera funciona como unidad, es como globo elástico. Cuando presionamos una parte de ella, la otra se abomba. La presión desde arriba se expresa abajo. La contracción desde abajo, conduce la presión hacia arriba.

Suelo pelvico 3Diafragma, abdominales, suelo pélvico. Los tres forman una unidad, trabajan en equipo. Los tres están implicados en los problemas del suelo pélvico. Los tres se deben trabajar ante cualquier problema en el periné. Las incontinencias y demás “patologías” se manifiestan en la musculatura de los esfínteres. Los esfínteres son los que ceden, pero no son necesariamente los que tienen el problema. Digamos que los esfínteres son “avasallados” porque la esfera abdómino-pelviana se ha desprogramado y no funciona como unidad.

Por eso, cuando hablamos de trabajo de suelo pélvico, hablamos de reeducación abdómino-pelviana, es decir, reeducación de los componentes de la esfera abdómino-pelviana.

La rehabilitación, la mejora, la tonificación del suelo pélvico se basa en la reeducación de la esfera abdómino-pelviana y en reeducar a los abdominales, al diafragma y al suelo pélvico, para que vuelvan a trabajar en equipo y se protejan los unos a los otros. Hablaremos de la reeducación más adelante.

foto_cv_mireiaMireia Grossmann i Camps
Osteópata
Fisioterapeuta especializada en reeducación abdómino-pelviana

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DIBUJOS : Laura de Castellet