¿Alguna vez has sentido la necesidad de interpretar un papel, un rol diferente del que te hubiera gustado sólo para evitar conflictos? ¿O has notado que estás actuando diferente de cómo sientes porque te da miedo mostrar tus sentimientos?

Crecemos en entornos muy diferentes y ninguno de nosotros nace aprendido.

Aprendemos a medida que crecemos. Aprendemos a medida que nos relacionamos con el entorno. Nuestros padres, hermanos, abuelos y familiares son las primeras personas con las que interactuamos y ellos nos trasladan sus formas de comprender, de vivir y de experimentar el mundo. Por eso tomamos muchos rasgos que nos caracterizan y asemejan a todos ellos. Luego llegamos a los colegios dónde los maestros nos inculcan sus creencias, nos enseñan lo que nuestros gobiernos han decidido que tenemos que aprender y además convivimos con muchos otros estudiantes que vienen cargados de experiencias de sus familiares, de sus entornos sociales.

Vamos creciendo y vamos interactuando con muchas personas, el tendero de la esquina, el conductor del autobús, el panadero, el verdulero… una gran multitud de personas con historias y experiencias propias interactúan con nosotros a medida que crecemos y cada una de estas interacciones, cada una de estas situaciones va construyendo nuestro carácter, nuestra forma de ver la vida, nos va moldeando.

En los primeros años de vida somos esponjas absorbiendo todo lo que pasa a nuestro alrededor y a medida que crecemos vamos quedándonos con lo que nos sirve y con lo que no nos sirve. Sobre todo durante la adolescencia que es cuando estamos integrando nuestro cuerpo emocional con nuestro cuerpo mental, momento en el que nos estamos definiendo, entonces soltamos lo que no nos gusta y reforzamos lo que sí que nos gusta. Y así nos vamos formando.

Y es en ese momento donde nos vamos a poner la mayoría de nuestras máscaras, claro que también nos ponemos muchas máscaras a lo largo de nuestras vidas, cada vez que vivimos algo que nos hace sentir mal, cada vez que nos sentimos intimidados por ser honestos, transparentes y verdaderos, para no sentirnos mal la gran mayoría lo que hacemos es escondernos detrás de una máscara.

Cómo tú, cómo todos, Marta Puig también ha creado máscaras a lo largo de su vida. Y, en este vídeo te contará qué hace para detectarlas y eliminarlas para ser cada día una mejor versión de mi misma.

Captura de pantalla 2016-02-04 a las 19.55.11

Marta_Puig_2

 

Marta Puig Bayés
Sanadora e Instructora de Sanación Pránica
Directora de Mundo Pránico

www.mundopranico.com