Ya estamos sintiendo que el verano se acerca y los días de calor son más presentes.

No sólo nos hemos dado cuenta que llega el verano por que las tardes luminosas son más largas, sino porque en la televisión y en todos los medios nos bombardean recordándonos que en breve deberemos ponernos el bikini y que no tenemos el cuerpo perfecto para lucir palmito en la playa.

Yo no sé vosotras, pero a mí, cada vez más, me molesta que a estas alturas del siglo XXI aun estemos así.

Que nos clasifiquen y nos maltraten de este modo sistemáticamente, no me gusta. No nos recuerdan nuestras virtudes, solo nos invitan a consumir productos y achicar nuestra confianza.

Todo ser vivo, por el mero hecho de estar vivo ya es perfecto. La belleza de la vida debería asombrarnos cada día. Una mujer madura tiene una vida llena y cada vivencia y cada etapa deja muesca en sus carnes.

¿Quién desea borrar las estrías a cambio de renunciar a su maternidad? ¿Quién desea renunciar a sus vivencias a cambio de un cuerpo sin cicatrices? Yo NO. Yo prefiero enseñar mis cicatrices y mis arrugas que marcan el paso de mi vida y que me recuerdan que a pesar de todas las dificultades estoy aquí disfrutando de mi presente.

Pero una cosa es verdad, y es que ahora es una época del año que debemos aumentar nuestra cantidad de líquidos por día.

¿Qué pasa cuando una mujer entra en la menopausia?
Con la menopausia el cuerpo se reseca; en medicina tradicional china, MTC, la mujer entra en fase de insuficiencia de yin.

La proporción de líquidos en el cuerpo sufre un cambio importante. Por eso sentimos que varias funciones vitales, así como nuestra piel y nuestros músculos también notan este cambio. No lo vamos a para, pero sí que podemos hacer algo para evitar sentirnos más secas.

Mantener una vida activa y practicar deporte moderadamente es una buena opción. Cuidar la alimentación lo tenemos más o menos claro y sobre todo porque el día que abusamos de algo, nuestro sistema digestivo nos lo recuerda. Pero ¿Cuidamos nuestra hidratación?

Un conocido anuncio de agua embotellada, nos recuerda que aun estamos a tiempo para el plan bikini y nos invita a beber un mínimo de 2 litros al día. En otros canales de información nos pueden recomendar beber mínimo 8 vasos de agua al día.

Hasta cierto punto comparto esta información, pero si no sabemos beber correctamente corremos el riesgo de agotar nuestros riñones y seguir mal hidratadas. ¿No te ha sorprendido que a veces cuando has intentado beber más para evitar la temida retención de líquidos, no solo no descargas sino que te sientes más hinchada?

La pregunta es: ¿Crees de verdad que te sabes hidratar bien?
No es lo mismo beber en invierno que en verano, nuestro cuerpo transpira aún sin hacer deporte. Así que si en verano tienes una actividad física alta y transpiras mucho, seguramente dos litros de agua podrían ser incluso insuficiente.

En un día sedentario de calor sería correcto beber dos litros. Pero debemos de tener en cuenta la dosificación de la ingesta diaria. No siempre lo tenemos en cuenta y hay que saber que lo más importante es como bebemos el agua. Solo cuando bebemos en sorbitos pequeños nos estamos hidratando correctamente.

Hacer largos tragos no nos sirve de mucho, más bien al contrario. Nos hincha la barriga y sentimos el estómago pesado. Es lo peor que podemos hacer para nuestra retención de líquidos y nuestras digestiones lentas y pesadas.

Por mucha sed que sintamos al momento de agarrar la botella de agua, debemos recordar que solo la primera agua que se mezcla con nuestra saliva es la que de verdad nos va a hidratar el cuerpo. Nos va a hacer bien. Todo lo que bebamos a continuación sin dejar de respirar y tragando sin ensalivar nos pasa factura. No debemos menospreciar los problemas de salud por exceso de hidratación.

La temperatura del agua también es importante a la hora de hacerse un bien. Evitaremos beber el agua fría y priorizaremos el agua a temperatura ambiente. Si el calor aprieta, siempre podemos mezclarla con un poco de fría, pero recordar que el cuerpo no acepta bien los cambios de temperatura bruscos.

Conclusión:
Si quieres estar bien hidratada recuerda beber a pequeños sorbos de agua del tiempo, lo más frecuentemente posible. Cada 7-10 min es una buena media. En dos semanas sentirás tu cuerpo muy diferente y tu piel lucirá preciosa.

Y recuerda que, solo sintiéndote bien, brillarás en tu real belleza.


Anna Roca

Multireflexologa facial y acupuntura especializada en liberar cicatrices

 

www.annarocaterapeuta.com