En verano, las  sopas y cremas abandonan nuestra cocina porque nos apetece más comer ensaladas y platos frescos. Pero hoy os traemos una Crema de calabacín y quinoa que  es tan apetitosa caliente como fría y muy ligera después de los excesos veraniegos. 

De las propiedades de la quinoa ya os hemos hablado muchas veces pero no nos cansaremos de repetir sus beneficios en la menopausia.
 
Del calabacín resaltaremos que contiene principalmente potasio y, en menor cantidad, calcio, fósforo y hierro, nutrientes que se encuentran sobre todo en la piel, por lo que siempre que sea posible los utilizaremos sin pelar.
 
El potasio, además de tener un papel importante en la formación de los huesos, nos ayuda a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo.
 
Ingredientes (para 2 personas):
  • 2 c/s aceite oliva virgen extra
  • 1 cebolla tierna
  • 400 g calabacín 
  • 400 ml agua mineral
  • 40 g copos de quinoa biológica  Quinua Real
  • perejil de agricultura ecológica
Elaboración:
– Poner a calentar el aceite. Cortar la cebolla en brunoise y pocharla.
 
– Cortar el calabacín a dados de 2-3 cm, sin quitarle la piel, y añadirlo a la cebolla. Remover y añadir el agua. Tapar y dejar hervir 10 minutos.
 
– Añadir los copos de quinoa y continuar la cocción 10 minutos más.
 
– Triturar con el minipímer hasta obtener una crema muy fina, y adornar con perejil.
 
Notas:
– En lugar de agua se puede utilizar un caldo vegetal.
 
– Esta crema se puede comer fría o caliente.
 
– c/s: cucharada sopera.
 

Esperamos que esta Crema de calabacín y quinoa os haya gustado y os animéis a prepararla.