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Irregularidades menstruales, oleadas de calor, irritabilidad, disminución de la libido, resequedad vaginal y osteoporosis son algunas de las manifestaciones de la menopausia que llevan a las mujeres a consultar a su médico en búsqueda de tratamiento.

 

Fuente: Revista fucsia

 

La menopausia es la detención de la función de los ovarios y el cese de producción de hormonas que favorecen la reproducción. Esto conlleva a la desaparición paulatina de los ciclos menstruales y la producción de óvulos.

La menopausia comúnmente ocurre a finales de los cuarenta e inicios de los cincuenta años y señala el fin de la época fértil de una mujer. Sin embargo, hay otras causas para que una mujer inicie la menopausia como la extracción quirúrgica del útero o el daño de los ovarios debido, por ejemplo, a la radioterapia. En ocasiones, puede ocurrir antes de los 40 años y se denomina menopausia precoz.

 


¿Cómo se puede tratar?

La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es el tratamiento empleado para mejorar los síntomas molestos ocasionados por la menopausia.

Muchas mujeres han recurrido a intervenciones alternativas a la terapia hormonal tradicional. Entre estas se incluyen cambios en el estilo de vida y el uso de fitoestrógenos (plantas y suplementos alimenticios que tienen compuestos similares a los estrógenos que disminuyen en esta época de la vida). Sin embargo, varios estudios sistémicos han revelado que los efectos de los fitoestrógenos sobre los síntomas de la menopausia se deben al placebo.

¿Qué riesgos existen?

La posición de los médicos y sus pacientes con respecto a la TRH cambió en el año 2002 cuando el estudio llamado Women’s Health Initiative concluyó que las mujeres que recibían estrógenos vaginales de la marca Prempro, tenían una incidencia levemente mayor de cáncer de seno, infartos y eventos cerebrovasculares también conocidos como derrames.

Estos hallazgos fueron confirmados más tarde por el estudio británico The Million Women Study, por lo cual el Women’s Health Initiative recomendó que aquellas mujeres que atravesaban la menopausia fisiológica recibieran TRH en dosis más bajas necesarias y por el menor tiempo posible para minimizar los riegos de efectos secundarios.

Por esta razón muchas mujeres que recibían la terapia en todo el mundo la suspendieron con la subsecuente reaparición de los síntomas.

Un estudio llamado Thrombotic Stroke and Myocardial Infarction with Hormonal Contraception evaluó la probabilidad de desarrollar coágulos sanguíneos en mujeres que reciben anticonceptivos para el tratamiento de los síntomas de la menopausia.

Los resultados fueron publicados el pasado mes de junio en la revista médica The New England Journal of Medicine del cual hicieron parte 1’626.158 mujeres. De estas, 3.311 (0,2 por ciento) sufrieron un primer evento trombótico (coágulo sanguíneo) en el cerebro, lo cual se conoce comúnmente como “derrame” o evento cerebrovascular, mientras 1.725 (0,1 por ciento) sufrieron infartos cardíacos.

También se encontró que las mujeres con niveles educativos más altos tuvieron la mitad de eventos cerebrovasculares y un tercio de los infartos que las mujeres con un nivel educativo más bajo.

Los investigadores concluyeron que existe un riesgo mayor de sufrir de estos eventos en mujeres que presentan otras enfermedades como diabetes, hipertensión y dislipidemia (colesterol o triglicéridos elevados).

Otro hallazgo importante fue que ninguno de los anticonceptivos que solo contienen progestágenos (hormona sexual), ya sean ingeridos o en implantes bajo la piel como en el caso del Jadelle®, aumentan el riesgo de sufrir infartos.

Finalmente, se encontró que los coágulos en las arterias son más frecuentes que aquellos que se presentan en las venas en las mujeres que recibieron anticonceptivos con base en estrógenos.

Lo que recomiendan los expertos

El Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG pro sus siglas en inglés) recomienda que las mujeres que inician la menopausia hagan ajustes en su rutina diaria como aumentar la ingesta de alimentos ricos en calcio para disminuir el riesgo de sufrir osteoporosis.

También se pueden fortalecer los huesos y músculos haciendo ejercicio de manera periódica y consistente.

Toda mujer en esta edad debe hacerse la citología y la mamografía periódicamente, además de llevar una dieta baja en grasas y rica en vegetales y frutas.

La mujer menopáusica tiene un riesgo mayor de sufrir eventos cardiovasculares por la disminución de estrógenos que implica esta época de la vida. Por esto se deben evitar al máximo los hábitos de fumar y beber.