Tu menopausia no tiene por qué ser igual que la de tu madre, ni tiene por qué llegarte en el mismo momento que a ella.

Es frecuente escuchar a otras mujeres decir: ”…Mi madre tuvo la menopausia a los 49, estuvo con muchos sofocos varios años y le cambió el humor completamente. Engordó 12 kilos casi de golpe y ya no los volvió a perder…a mí me va a pasar lo mismo…”

Muchas mujeres piensan que su menopausia llegará más o menos al mismo tiempo en que le llegó a su madre, su abuela, su tía,…y que si su madre lo pasó mal ellas también y si le duró mucho a ellas también…pero debes saber que esto no tiene por qué ser así, es más, es probable que NO sea así.

Cada mujer tiene SU menopausia y ésta, estará más condicionada por su trayectoria vital  que por su “herencia”.

¿Cómo va tu salud física y tu alimentación? ¿Cómo están tus emociones? ¿Qué ocurre en tus relaciones personales y en tu trabajo o profesión? ¿Hay momentos de placer y disfrute en tu vida diaria o te pones en último lugar? ¿Cómo andas de autoestima y confianza?

La respuesta a preguntas como estas es lo que más va a condicionar la manera cómo vas a vivir tu menopausia.
Con el ciclo menstrual, las mujeres tenemos cada mes una oportunidad para poner al día nuestros temas pendientes.

Cada mes, a lo largo de la vida fértil de cada mujer, la sabiduría interior de tu cuerpo intenta atraer tu atención mediante el síndrome premenstrual.

Con sus molestias físicas y emocionales, te recuerda los problemas no resueltos que se van acumulando dentro de ti. Estos dolores y molestias nos suplican que averigüemos y veamos qué es lo que no funciona en nuestra vida de mujer.

Cada mujer tendrá alrededor de 480 ciclos menstruales, es decir, 480 oportunidades para resolver sus temas pendientes o meterlos debajo de la alfombra. 480 intentos para lograr que encaremos las necesidades, las carencias y los deseos que hemos ido acumulando.

Aunque sea más fácil no hacerles caso, si no prestamos atención a los problemas que nos surgen cada mes durante los años en que las reglas son regulares, los síntomas aumentarán al hacernos mayores y al llegar a la menopausia se harán mucho más evidentes.

Aquellas mujeres con un Síndrome Premenstrual muy acusado suelen ser las mismas que después tienen una perimenopausia tumultuosa.
Desgraciadamente, a la mayoría de nosotras nadie nos explicó la importancia de prestar atención a nuestros ciclos menstruales…todo lo contrario, hemos aprendido a disimular la menstruación y a ignorarla.

Si hubiéramos sido conscientes de ello, hubiéramos tenido la oportunidad de prepararnos mucho mejor y al llegar a la menopausia hubiéramos mantenido intacta nuestra capacidad de escuchar nuestro cuerpo y hacerle caso…

Hubiéramos podido preparar las mejores estrategias (físicas y emocionales) para asegurarnos una menopausia tranquila.

Años antes de que empiecen los primeros síntomas de cambio es fundamental preparar el “terreno” para asegurar una buena transición hacia tu nueva realidad.
Preparar el “terreno”  quiere decir que nos toca llevar nuestra vida al “taller” para pasar la “ITV”  a fondo, no solo en lo físico, sino también en lo emocional.

Se hace necesario revisar TODAS las áreas de nuestra vida para ser capaces de aceptar los cambios necesarios que se avecinan en la edad madura y asimilar sin conflictos la pérdida que los acompaña.

Debemos revisar y poner al día nuestra forma de sentir y de comportarnos con las personas más cercanas ya sean hijos, pareja, amigos o jefes…es decir, darnos cuenta del tipo de relación que mantenemos con nuestro entorno y de qué manera determina y/o condiciona nuestra vida.

Cuanto más profunda y honesta haya sido esta revisión, mejor afrontaremos la menopausia…

Sólo así seremos capaces de crear unos cimientos firmes para nuestra salud no sólo durante el climaterio sino también en la segunda mitad de nuestra vida.

Sea cuando sea que empieces este proceso de revisión, cuanto antes empieces, mejores resultados obtendrás…porque debes saber que no será ni fácil ni corto, pero sí muy gratificante y agradecido…esto te lo puedo asegurar.

Y para ello es fundamental que empieces por tener en cuenta tu cuerpo, empieces a escucharlo y SOBRETODO hacerle caso.

Tu cuerpo es la clave para tu bienestar, lo único que te va a conectar contigo de verdad: nunca encontrarás a nadie más honesto.
Aprende a escucharlo con conciencia y encontrarás las respuestas que necesitas.

¿Quieres preparar “tu terreno”?…Todavía estás a tiempo.

 

Marta Picó

Terapeuta Psicocorporal especializada en Menopausia

www.mujerymenopausia.es