imagenLos cambios hormonales experimentados durante la menopausia traen consigo multitud de cambios en la mujer, desde óseos y metabólicos, hasta cutáneos. De hecho, el déficit hormonal que se produce provoca la pérdida de lípidos, agua y colágeno que impacta sobre el estado de la piel.

 

Fuente: Estar bien

«La manifestación más visible de la piel durante la menopausia es su adelgazamiento y sequedad, lo que condiciona una pérdida de flexibilidad y contractibilidad», según asegura el doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Durante esta etapa la piel se vuelve más fina al disminuir la capa de colágeno y está más seca porque las glándulas sebáceas segregan menos sebo, unos cambios que conducen a una epidermis más rugosa y dura. Y es que «dentro de la imagen física, las mujeres han pasado a asumir la deshidratación de la piel como algo normal de la edad y a mostrar una gran preocupación por el estado de la salud dermatológica gracias a una mayor conciencia de la importancia del bienestar general», añade el doctor..
 
A lo largo de la vida la piel experimenta cambios condicionados por factores intrínsecos como la herencia, la raza y la edad, o extrínsecos tales como los años de exposición solar, los hábitos alimenticios, el consumo de tóxicos, etc, que aceleran el impacto en la dermis. Por este motivo, es importante adoptar unas pautas de cuidado desde la adolescencia, manteniendo unos hábitos de vida saludables y con una alimentación rica en frutas, verduras, fibra, fomentando el ejercicio diario y evitando el tabaco.
 
Según los expertos, el deterioro de la piel puede ser prevenido con terapia hormonal de reemplazo, en los casos en los que está indicada para tratamientos vasomotores, que estimula el ácido hialurónico, mejora la vascularización y la retención hídrica. Se trata de un «tratamiento incuestionable para las mujeres con menopausia prematura, ya que en estos casos se acentúa el envejecimiento de la piel», explica el Dr. Sánchez Borrego para añadir que en el resto de los casos «es necesario que lo valore un médico y sea aceptado por la mujer».