Reyes Monforte es periodista y escritora. Su trayectoria profesional ha estado marcada por su trabajo en la radio, donde ha dirigido y presentado distintos programas en diferentes emiso- ras durante quince años, entre las que cabe destacar Onda Cero y Punto Radio. También ha colaborado en diversos programas de televisión en Telemadrid, Antena 3, La 2 o EL Mundo TV. Su primer libro, Un burka por amor, se convirtió en un best- seller con más de millón y medio de ejemplares vendidos, del que se hizo una exitosa serie de televisión. Tanto esta como sus posteriores publicaciones, Amorcruel, La rosa escondida, La infiel, Besos de arena y Una pasión rusa han sido traducidas a varios idiomas. En la actualidad, Mediaset está preparando la adaptación para televisión de La infiel.

Usted cuenta ya con una larga trayectoria literaria, desde Un burka por amor, un auténtico fenómeno editorial, hasta su última novela Una pasión rusa. ¿Qué distingue a La memoria de la lavanda de las novelas anteriores?

 Es la novela que más tiempo he necesitado para poder escribirla como merecía, con autenticidad, con naturalidad, con la verdad que requería, desde dentro; y sin embargo, cuando lo he hecho, ha salido con una facilidad que no me esperaba. Haciendo un símil con Lena, la protagonista de la novela, y la manera en la que los recuerdos van apareciendo en mitad de su pérdida, escribir esta historia ha sido como abrir un tarro de cerezas  y ver cómo van saliendo, unidas entre ellas, tirando unas de las otras, portando cada una de ellas un pensamiento con una explicación para cada recuerdo, que permite entender el siguiente.

La memoria de la lavanda es, sobre todo, desde un punto de vista personal, una oportunidad para poder rebatirle a la vida algunas de sus decisiones y refutarle muchos de sus argumentos.

La novela arranca con la muerte de Jonas, el marido de Lena, la pro- tagonista de la novela. ¿Cree que es mejor no conocer el amor que perderlo?

 Lo mejor es conocer al amor de tu vida y no perderlo nunca, pero eso es complicado, más bien imposible. Creo que esa frase que dice Lena en la novela, “lo mejor que te puede pasar en la vida es amar y ser amado” es la base de todo, tanto en la ficción como en la realidad. No hay nada que lo supere, ni siquiera que lo iguale. Lo que ocurre es que, hasta que no lo vives en piel propia, no te das cuenta de ello. Y no terminas de ser consciente de su importancia, de su grandeza,desu valor,hasta que desgraciadamente lo pierdes. Valorar lo que se tiene solo cuando desa- pareceo lo pierdes es algo innato a la condición humana; lo es desde el principio de los tiempos y lo seguirá siendo, por mucho que creamos que lo hemos aprendido.

Y a eso tiene que enfrentarse Lena. Debido al dolor que aparece en el momento de la pérdida y en el proceso del duelo, ella se plantea si sería mejor no haber amado de esa manera, hay momentos en los que duda si tanto amor vivido recompensa el dolor de perderlo. Pero luego, la perspectiva del tiempo y de la realidad, de la que carece cuando está intentando reaccionar al zarpazo de la pérdida, le hace entender que al menos tuvo la suerte de vivir el gran amor de su vida, y que hay personas que no lo consiguen nunca. Siempre es mejor echar de menos algo muy grande que sentiste, que no haberlo sentido nunca.

La memoria de la lavanda es una novela sobre la pérdida, pero también sobre la esperanza. ¿En qué se apoya la protagonista para combatir el duelo?

La memoria de la lavanda es una novela sobre la vida, sobre el amor encontrado y arrebatado, sobre la amistad verdadera y la ficticia, sobre la familia impuesta por la sangre y la elegida por criterio propio; es una novela sobre cómo se heredan los afectos pero también los odios, sobre cómo se vive en mitad de una pérdida, cómo se puede seguir respirando cuando sabes que la persona más importante de tu vida se ha ido para siempre.Es una novela sobre cómo se gestiona eldolor, el vacío, lamuerte, la pérdida, los afectos, la traición de quienes se supo- neson los tuyos y resultan ser los contarios, las trampas del destino y sus reveses; de cómo los recuerdos ayudan en ese entramado de emo- ciones y momentos compartidos, de cómo se construye la memoria y para qué nos sirve. Es una novela cuya protagonista se llama Lena pero podría llevar elnombre de cualquier lector que se acerque a ella. Lena sabe que el duelo no puede combatirse, porque es una gue-rra que tiene perdida de antemano: ya sabe cómo acaba y no existen armas que le proporcionen una victoria. Ella sabe que ha perdido y lo único que puede hacer es gestionar esa pérdida, la manera en que lo haga es lo que le hará salir mejor o peor parada de la situación. Lo que le hace diferente al resto es cómo se enfrenta a esa pérdida, con qué armas y en qué compañía.