Aquel que contempla lo exterior sueña…pero aquel que contempla su interior, despierta” (Jung).

La Obsidiana, debido a sus cualidades físicas, energéticas y míticas, nos permite acceder al inmenso y profundo mundo del inconsciente y a lo que Jung denominó La Sombra. El Huevo de Obsidiana, en concreto, nos ayuda a traer a la conciencia aspectos reprimidos de lo Femenino, despertar memorias sexuales de experiencias propias y del inconsciente colectivo femenino. Creemos que para lograr la plenitud del Ser es imprescindible integrar a la conciencia los contenidos inconscientes. Entre más negamos ese lado “oscuro”, más nos alejamos de nuestra esencia y puede ocurrir lo que Jung llamó Enantiodromia: toda fuerza llevada a un extremo se transforma en su contrario. La salud psíquica se relaciona con un estado de balance, un diálogo fluido entre el ego y el inconsciente.

En el develar de la sombra sexual femenina existe la posibilidad de sanarnos.

Me refiero a Lo Femenino como un patrón arquetípico, presente tanto en hombres como en mujeres. Anhelamos un tiempo en el que ya no hablaremos de lo masculino y lo femenino, sino de la experiencia del Ser, sin embargo nuestras circunstancias históricas y actuales requieren que pongamos luz en las sombras de lo Femenino por haber sido mancilladas, humilladas, violadas, abusadas y limitadas. Solo hay que ver nuestra relación como humanidad con la Tierra y la situación vital de mujeres y niñas en todo el mundo. La dominancia patriarcal no permite el equilibrio y es por eso que necesitamos revisar nuestra identidad como mujeres, teñida de mandatos de género, creencias y arquetipos que nos alejan de la posibilidad de ser auténticas.

Llegar a ser plenamente quien una es, requiere transitar el camino de la Sombra, descubrirse, aceptarse con todo, sin etiquetas “bueno”o “malo”, y amarse plenamente. La terapia con el Huevo de Obsidiana nos puede ayudar a vivir en coherencia entre lo que se siente, se piensa y se hace. Reconocer la Sombra enseña humildad.

La Sombra: el Yo rechazado.

El poeta y cuentista Robert Bly, nos ayuda a ver cómo se forma la Sombra, ofreciéndonos esta viva descripción:

Detrás nuestro tenemos un saco invisible y en él ponemos la parte de nosotros que no gusta a nuestros padres, a fin de conservar su amor.

Una noche Robert Louis Stevenson tuvo un sueño, lo escribió y se convirtió en El extraño caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde, donde un respetable doctor se transforma por la noche en una versión decadente de sí mismo. Aquí vemos otra expresión de lo que nos dice Bly: nuestra cultura valora el lado bonito de nuestra personalidad e impone una moral y ética. Pero lo que hay en el saco forma otra personalidad y el relato de Stevenson nos dice que un día aparece, que las partes de nosotros que ponemos en el saco regresan. Sexualidad, vitalidad salvaje, impulsividad, ira, libertad. Puede que al principio nos sorprendan, pero mirarlas e integrarlas nos hará libres.

No temamos nuestra Sombra, eso supone negarnos a nosotras mismas. En ella se ocultan no sólo nuestras partes reprimidas, sino un potencial aún por descubrir y el acceso a nuestra sabiduría.

Quizás en este viaje interior tengamos la bendición de encontrarnos con Artemisa, nuestra naturaleza salvaje, nuestro espíritu indómito y nos sintamos atraídas por la belleza y el misterio del territorio iluminado por la Luna. Quizás sintamos que existe un mundo espiritual invisible que nos conecta a un Yo más grande, que también podemos sentir en la naturaleza y sentir amor y gratitud ante experiencias de lo sagrado.

Ojalá en este viaje con el Huevo de Obsidiana encontremos un propósito y un significado en nuestras vidas y nos convirtamos en las mujeres que teníamos que ser.

 

Si quieres que te acompañe en tu viaje, escríbeme marta@mariposadeobsidiana.com

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Marta Gónzalez

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