Las mujeres que pasan por la menopausia a una edad temprana, entre los 40 y los 45 años, presentan una mayor tasa de insuficiencia cardiaca, según los resultados de un nuevo estudio publicado en la edición digital de «Menopause», la revista de la Sociedad Norteamericana de Menopausia.

Fumar en la actualidad o haber fumado eleva todavía más ese riesgo. La investigación anterior ya apuntaba a una relación entre la menopausia temprana y las enfermedades del corazón, por lo general la enfermedad cardiaca aterosclerótica. Pero este estudio del Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, es el primero en demostrar una relación con la insuficiencia cardiaca, la incapacidad del corazón para bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo.

Es también el primer estudio a gran escala, con más de 22.000 mujeres posmenopáusicas, y, a largo plazo, que une la menopausia precoz y el corazón, realizado gracias al Registro Nacional de Pacientes sueco, que tiene datos de casi todas las hospitalizaciones y diagnósticos ambulatorios de Suecia; el Registro de Causas de Muerte de Suecia y las encuestas de salud de alrededor de 90.000 mujeres de la cohorte sueca para la realización de mamografías.

Los análisis de los datos hechos por los autores mostraron que las mujeres que han pasado por la menopausia de forma natural a una temprana edad tuvieron una tasa de insuficiencia cardiaca un 40 por ciento mayor que las mujeres que tuvieron la menopausia a la edad habitual, entre los 50 y los 54 años y por cada aumento de un año en la edad de la menopausia, la tasa de insuficiencia cardiaca fue un 2 por ciento menor.

Se sabe que las fumadoras pasan por la menopausia un promedio de un año antes que las que no fuman, pero este hábito no explica del todo la conexión entre la menopausia a temprana edad y el fallo del corazón, ya que las mujeres que habían fumado anteriormente en su vida y lo dejaron también tenían una mayor tasa de insuficiencia cardiaca con la menopausia temprana. Además, las mujeres que fumaban, aunque lo hubieran dejado antes, tenían un mayor riesgo de insuficiencia cardiaca si pasaron por la menopausia en una etapa algo temprana en la vida, es decir, a una edad entre los 46 y los 49 años.

«La menopausia, temprana o tardía, resulta un buen momento para tomar más medidas para reducir el riesgo de enfermedades del corazón a través del ejercicio, una dieta saludable, pérdida de peso y dejar de fumar», afirma la directora ejecutiva de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, Margery Gass. «Este estudio invita a la reflexión y debería alentar a más investigaciones para averiguar cómo se relacionan la menopausia precoz y la insuficiencia cardiaca, como saber si los factores que provocan fallo cardiaco también pueden causar trastornos ováricos», concluye.