Con motivo del X FORUM MUJER Y MENOPAUSIA , la revista Introversión ha hecho está fantástica entrevista a Montse Alcoverro, actriz que estará presente en la clausura, el sábado 28 de octubre.

Fuente: http://www.v-introversion.com/flipbook/iv52/index.html#8

Son malos tiempos para la lírica… Y no digamos para las artes escénicas… Aún y así, hay quien lucha, como Montse Alcoverro, con uñas y dientes para llevar adelante proyectos artísticos con contenido e intención reivindicativa. Esta actriz (Barcelona 1959), nacida en el seno de una familia humilde, sabe muy bien qué terreno pisa, ha visto ya muchas cosas. No por su edad, sino por los escenarios en los que ha tenido que interpretar y reinterpretar su vida. No todos han sido de su agrado, pero ahí está, al pie del cañón y con la cabeza bien alta. Ahora la ves en la serie de TVE 1, Acacias 38, de la que está muy orgullosa de formar parte por lo cuidada y trabajada producción que es. 

Alcoverro no pasa desapercibida. Es una mujer de carácter, que da valor al teatro, al cine y sobre todo a la televisión actual. Es un “bicho interpretativo”, de esos que crean escuela, de esos que sirven como referente, y es una activista de los pies a la cabeza. Aquí la tienes.

–v: ¿Quién es Montse Alcoverro?

– M.A.: Una mujer que ha ido madurando con los años. Siempre muy curiosa, vital, energética y comprometida, siempre en primera línea. Es una mujer muy consciente de su tiempo, de su valor en el mundo, de lo que significa participar en ese gran proyecto que significa la humanidad. Y si hay dos adjetivos que me han puesto como reflejo de un espejo sobre mi forma de ser allí donde he trabajado y me he desarrollado son que soy coherente conmigo misma y consecuente.

–v: ¿Cómo llegó a la interpretación? –

M.A.: Un poco por casualidad…En el colegio me encantaba participar de todas las actividades que se hacían, cantaba, bailaba…Me subía a un escenario muy fácilmente. Cuando acabé los estudios básicos me puse a trabajar con 14 años recién cumplidos en una o cina. Somos una familia obrera y en mi casa se necesitaba la aportación de todos. Trabajaba y estudiaba por la noche el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP).
Tras el BUP me apetecía volver a hacer danza y me busqué una escuela, Mas Media, para hacer Jazz y danza contemporánea por las noches, pero las plazas estaban cubiertas. La persona que me atendió en la recepción me aconsejó que me apuntara a arte dramático porque si había alguna baja podría aprovecharla y pasarme a danza. Pero la primera vez que me subí a un escenario y vi que no sólo podía comunicar a través de mi cuerpo, sino también de la palabra me dije: “Esto es lo mío”.

–v: Es miembro de varias organizaciones profesionales. ¿Su activismo Le ha cerrado alguna puerta?

M.A.: En esta profesión y en cualquier otra, ser activista te castiga, aunque no esté explícitamente reconocido. Eso es una realidad. Pero yo he sobrevivido constantemente a lo largo de mi vida. El único carnet que he tenido en mi vida es el de la CNT, entré en el movimiento anarco-sindicalista, en el feminista y ya desde los 15 años.
Cuando he considerado que se tenían que hacer he promovido huelgas y ya desde entonces me ha pasado factura: me despidieron, me tuvieron que readmitir, etc…Cualquiera que defienda los derechos de los trabajadores en su ámbito resulta molesto porque parece que muerda la mano que te da de comer.
A pesar de los pesares, si tengo que decir algo, lo digo. Si tengo que reivindicar un derecho que ha costado sangre, sudor y lágrimas poderlo conseguir, lo peleo. Pero sí, eso me ha podido pasar factura más de lo que yo soy consciente.

–v: Es actriz, productora, guionista… ¿Hiperactiva o necesidad de pluriempleo?

– M.A.: Soy hiperactiva y una activista cultural. Nunca he sabido esperar a que me sonara el teléfono. Nunca. Jamás. Yo busco, genero, muevo cielo y tierra por lo que me motiva y me cuece las entrañas. Como artista, cuando encuentro algo que quiero decir, que quiero expresar, genero proyecto, porque quiero ponerlo sobre la mesa y crear debate. La cultura tiene que servir para remover las almas, las mentes y las conciencias.

– v: ¿Cómo se llama la actual compañía de trabajo en la que está involucrada y qué trabajos han realizado últimamente?

– M.A.: Se llama Arenal Teatro. Robert Torres, el director, y yo montamos la compañía. Nos habíamos conocido en el sindicato de actores, en la junta. En el 2010 llevamos a cabo “La Esclusa”, un monólogo escrito por el dramaturgo francés Michel Azama a partir de hechos reales, de su experiencia dando un taller de teatro en la cárcel de mujeres de Nantes. Quedó profundamente impactado y por ello creó esta obra de teatro. Torres ideó un montaje multidisciplinar fabuloso con audiovisuales, con danza… Pero no sólo montamos la obra.

A lo largo de dos años de trabajo pudimos, a través del Instituto Francés, invitar a Michel Azama para que viniera a Barcelona, le organizamos una “masterclass” en el Instituto de Teatro, un taller de dramaturgia en la Sala Beckett y una conferencia y mesa de debate con la consejería de Justicia y la de Trabajo de la Generalitat de Catalunya sobre reinserción social. El hecho teatral sirvió para hablar sobre este tema en el que creo profundamente. Una vez has cumplido la condena que la justicia del momento te ha impuesto, tienes que poder salir a la calle con todos los derechos y la sociedad los debe respetar. No puedes estar toda la vida pagando.

El siguiente montaje, en el año 2014, fue Medea Material Medea, de Heiner Müller. Es una Medea de hoy en día. Fueron dos años de investigación y también lo hicimos con danza contemporánea. Fue un montaje muy vanguardista y rompedor y puso sobre la mesa las medeas actuales, que parece que nadie quiere hablar sobre ellas. Ahora estamos a la espera, porque se trabaja sin un duro y para una compañía pequeña hoy mover teatro es muy difícil porque nos han matado el tejido teatral. No se pueden hacer circuitos, cada vez es más difícil. Y los textos que te hacen refleexionar tienen difícil salida. Trabajamos en unas condiciones muy penosas. Por suerte para mí, acabé la Medea en abril de 2015, sin un euro, y en mayo me llamaron para realizar el casting de Acacias 38. Y llevo dos años con esta serie de televisión.

– v: Eso le ha permitido recuperarse económicamente tras realizar sus propias producciones…

-M.A.: Me permite vivir y tapar agujeros. Nos dejamos la vida con “La Esclusa”, que estuvo en cartelera durante dos meses. ¿Tú crees que hubo una sola función fuera de Barcelona? Nada… Con Medea Material Medea ganamos un premio BBVA de Teatro. Tampoco ha tenido gira… Nada. Entre medio de estos dos espectáculos he levantado dos obras de teatro con Proyecto Vaca, Asociación de Mujeres de las Artes Escénicas en Catalunya. Cada año, en noviembre, se presenta un proyecto de autoría femenina sobre el cual se ha estado investigando y trabajando a lo largo del año. De una lectura dramatizada sobre un texto precioso de Eva Hibernia montamos “La Sal”, que trata sobre las mujeres como botín de guerra y las violaciones sistemáticas que sufren.
Pues sólo la pudimos interpretar en centros cívicos e hicimos cuatro bolos…“Muy dura”, me decían sobre una obra que como mínimo debería haber estado un mes en cartel… La segunda obra, “Subterráneas” fue sobre las mujeres que estuvieron en la retaguardia de la Guerra Civil española. Esas que nunca salen en los libros de historia, esas que se ocuparon junto a los viejos y los niños de crear los refugios antiaéreos, las que dirigían las fábricas, los hospitales, porque los hombres -y también otras muchas mujeres- estaban en el frente.
Creamos un espectáculo que estuvo en el Festival Grec de Barcelona y que pudimos llevar de gira porque tuvimos el respaldo del Memorial Democrático en Cataluña, ¡pero no ganamos ni un duro! Menos mal que estoy en Acacias, porque si no este verano hubiera tenido que trabajar como camarera…Y no se me caerían los anillos por hacerlo, en absoluto. Ahora, a nivel institucional, sólo interesa una cultura de fachada, de escaparate. No se apuesta por una cultura llevada al pueblo.

v: Hábleme de Doña Úrsula, porque vaya mala más mala…

– M.A.: Y va a ser peor, ya aviso…Úrsula, como actriz, es un regalo. Es un personaje de enjundia, con muchas capas. Estoy muy agradecida a Aurora Guerra, la creadora de la serie, y a todo el equipo de guionistas que ella encabeza por las subcapas del personaje, por el trabajo tan importante que han hecho para construirlo. Era un personaje que comenzó como de “reparto”, secundario, y ha ido ganando importancia. Y eso es responsabilidad de todo un equipo.

–v: Pero eso también es mérito suyo…

– M.A.: También, ¡yo no me quito méritos! Me he dejado la piel en el personaje, pero es que yo me dejo la piel en mi trabajo… ¡y también haciendo una paella para mis amigos! Lo disfruto todo mucho y lo vivo muy intensamente.

–v: Va a ser la madrina del X Fórum Mujer y Menopausia, en Madrid. ¿Qué cree que puede aportar a este Fórum?

-M.A.: Todo lo que yo pueda hacer para apoyar las principales causas por las que lucho, que son la mujer y la cultura, me parece poco. Montse Roura, la directora del X Fórum Mujer y Menopausia, es una mujer a la que admiro y quiero muchísimo. Puedo aportar mi experiencia personal aplicada dentro del ámbito laboral. Desmitificar la menopausia. Hablarla desde la máxima normalidad. En el rodaje de Acacias 38 vestimos tejidos muy pesados, y si a eso unes los focos, la adrenalina del rodaje… Ya sudas de por sí. Pero encima, cuando te viene un sofoco es: “¡Parar un momento, por favor, que me muero!” Y aviso: “No estoy enferma, estoy menopáusica”.
Yo empecé con el proceso de la menopausia a los 51 años y lo primero que hice fue pedir información. Leí, me documenté e intento hacer pedagogía sobre la menopausia. Cuando algún compañero de rodaje me dice: “Mi madre está pasando por lo mismo”, yo respondo: “Pues ya la estás cuidando”. Hay que acompañar a las mujeres durante este proceso. ¿Y qué pasa con las mujeres cuando llegas a la edad en la que aparece la menopausia? Si ya es difícil encontrar papeles femeninos, imagínate para crear espacio para mujeres maduras.
Por eso, “¡chapeau!” a Boomerang, la productora de Acacias 38, y a Aurora Guerra, la directora, porque en estos momentos hay tres papeles de enjundia de mujeres de más de 50 años. Detrás de Acacias 38 hay mujeres y eso se nota.

–v: ¿Se siente invisible?

-M.A.: Es muy difícil que yo sea invisible…Tengo una energía con la que me hago muy visible. Me lo han dicho siempre. Sí puede que sea invisible para los que ahora tienen 20 o 25años, pero no me importa en absoluto. ¿Invisible para quién? Mi primer gran maestro, Oswaldo Calatayud, cuando yo tenía 18 o 19 años, me dijo una de esas grandes frases que te quedan para siempre: “Al escenario hay que salir con el coño por delante”. Tú no puedes salir al escenario encogida, con los hombros hacia delante y el coño para atrás. Y eso hay que aplicarlo a la vida. Por ella debes ir con el pecho descubierto y el coño por delante. Sin arrasar a nadie. Buscando tu lugar. Si yo estoy aquí, en mi centro, bien colocada, no soy invisible.

–v: Alguna cosa que no haría nunca…

– M.A.: Un personaje de izquierdas en una película “facha”, de contenido de derechas. Pero sí podría hacer un personaje “facha” en una película de izquierdas, en una película de carácter social.

–v: Le gusta la jardinería, los juegos de mesa, el ajedrez, cocinar… Usted es un portento

-M.A.: No… No soy un portento. Yo mantengo mucha actividad y ponerme a cocinar, o ponerme con las plantas, o incluso coser me sirve de meditación, para dejar espacio vacío en mi cabeza. Y mis amigos…Es mi gran tesoro. Aparte de mi pareja, claro está.

– v: Si alguien le pidiera: “Enséñame algo de la vida”, ¿Qué le enseñaría?

– M.A.: A seguir tirando adelante.