La ionización en nuestro cuerpo

El concepto de la ionización y su importancia en el aire que respiramos es algo que puede resultar desconocido para muchos. Sin embargo, no lo es tanto si comentamos que los seres humanos estamos muy afectados por la electricidad estática. Y sin duda casi todos se verán reflejados al pensar en haber recibido un calambrazo inesperado. Por ejemplo, al tocar una puerta metálica o al posar las manos en una escalera mecánica e incluso en el contacto con otra persona. Otras de las cosas que sin duda hemos experimentado es el cansancio que sentimos cuando el cielo está nublado y por lo contrario tener más energía después de que descargase una tormenta.

¿Cómo nos afecta la ionización?

Para saber cómo afecta la ionización en nuestro cuerpo tenemos de tener una pequeña idea de que son los iones:

Un ion es un átomo o un grupo de átomos que tiene una carga neta positiva o negativa. En átomo tiene un núcleo positivo y una nube de electrones negativos, que giran alrededor del núcleo.

Si el átomo tiene un electrón (cargas negativas) en exceso el conjunto se llama ion negativo (conocidos como aniones).
Si falta algún electrón se llama, inversamente, ion positivo (cationes), o carga estática.

Se aplica el término de ionización a las moléculas (iones) del aire que contienen pequeñas cargas eléctricas (positivas o negativas), fenómeno que se da normalmente en el aire que respiramos.

En cada inhalación por el orificio nasal derecho circula una corriente eléctrica positiva (por el lado derecho de la columna vertebral), y con cada inhalación por el orificio izquierdo circula una corriente eléctrica negativa (por el lado izquierdo de la columna vertebral).

Los iones influyen notablemente en nuestros procesos biológicos y psíquicos.

Respirar con exceso iones positivos:

El desequilibrio iónico del aire hacia un exceso de iones positivos es perjudicial para las plantas, los animales y el ser humano. Estos excesos de iones positivos frecuentemente se encuentran en las ciudades, por culpa de la contaminación atmosférica, que destruye los iones negativos.

Otros de los factores importantes de que tengamos más iones positivos son: alfombras de material sintético, pantallas de televisión o las computadoras, los sistemas de aire acondicionado o calefacción central (producen la pérdida casi total de los iones negativos), tubos fluorescentes, etc…

Esta exagerada carga de polaridad positiva, que suele llamarse “carga estática” (y como hemos comentado con anterioridad), llega hasta el extremo de darnos una descarga eléctrica al tocar un picaporte o un fichero metálico.

Respirar iones negativos:

La capacidad de defensa del cuerpo humano depende en gran parte de respirar en una atmósfera con un buen porcentaje de iones negativos, que aumentan el rendimiento corporal y psíquico, permitiendo una mayor absorción de oxígeno y purificando el aire de polvo y polución.

La ionización negativa del aire, nos da reposo, relajación y mayor energía, ya que los iones negativos intervienen en nuestro cuerpo aumentando la hormona de la Serotonina, ¡la hormona de la felicidad!!!

Para respirar iones con un índice de carga más negativa sería necesario ir al campo, en las zonas rurales y zonas montañosas.

Desequilibrios corporales causados por una ionización positiva:

Hiperactividad, jaqueca, ansiedad, malhumor, dolores articulares o agresividad.
Las depresiones se ven aumentadas por la carga de protones en el aire. También el cansancio crónico o el insomnio.
Debilitación de nuestro organismo, siendo menos resistente frente a enfermedades o bacterias.
Los dolores traumatológicos o de los huesos aumentan.

En la menopausia es muy importante el respirar una ionización negativa, ya que en este ciclo se experimentan diferentes cambios corporales, los cuales pueden producir síntomas, como: insomnio, sofocos o sudores nocturnos, palpitaciones cardíacas, etc.