Leo mientras desayuno un artículo dominical. De repente, una frase de Arturo Pérez-Reverte se convierte en el resorte que me urge a escribir este artículo que lleva semanas pugnando por salir, disparado como un petardo de una verbena de verano. Es esta: «en estos tiempos grises en que cualquier independencia intelectual es aplastada desde la infancia, en los que se busca igualar en la mediocridad, penalizando la brillantez y la inteligencia.

Al hilo de la brillantez, quiero hablar de la importancia de sacar a la luz lo que nos diferencia, aquello que nos convierte en especiales, y hacerlo de forma generosa y no publicitaria. A todo este proceso, algunos le llaman marca personal, pero yo creo que es mucho más: es un regalo que deberíamos hacernos al menos una vez en la vida.

Es hora de rescatar y poner en valor aquel talento que quizás surge naturalmente, o aquel otro, que has hecho tuyo a base de experiencia y esfuerzo. Al individualizarlo y llamarle por su nombre, lo cuidarás com se merece y podrás ofrecerlo allá donde más se necesita.

Compartiré hoy unos simples pasos para realizar esa reflexión tan importante. Unas cuantas historias personales me ayudarán a hilvanar este cuento.

 MARCA PERSONAL, O EL PROCESO DE IR QUITANDO CAPAS

  1. Encuentra tu esencia
    Dicen que nuestra esencia más pura se halla en la infancia, así que toca preguntar a nuestros padres o familiares y rebuscar en nuestro baúl de los recuerdos. También, y como a los de Marketing nos gusta decir, podremos encontrarla– llamado insight, técnicamente –en aquello que decimos o hacemos sin pensar mientras estamos ocupados en otra cosa. ¿Te atreves a preguntar a los demás qué ven de especial en tí?

VENUS
Mi cuento: a mis antiguos compañeros, ahora, amigos míos, les encanta recordarme de vez en cuando aquellas palabras inventadas por mi, o las frases que, como un lema, se quedaron para siempre incrustadas en sus vidas, y que surgieron espontáneamente. ¿De verdad eso lo dije yo?

  1. Deja atrás las debilidades.
    Ellas, siempre ahí, como nuestra sombra. Las tenemos clarísimas, y/o nos las han repetido más de lo que necesitábamos. Ya es hora, pues, de dejar las debilidades atrás, o de empequeñecerlas de poco nombrarlas. Porque, en realidad, cada vez que intentamos pulirlas (sin éxito), estamos desocupándonos de las otras, de las importantes: nuestras fortalezas.

PLUTÓN
Mi cuento: aquellos lemas y frases espontáneas, esencia de mi naturalidad, fueron silenciados una vez por un jefe inseguro, y me apartó, junto con ordenador, mesa y silla, del resto de mis compañeros. Alguien me dijo que «influenciaba demasiado a los demás». Del shock, me quedé muda y seria por un tiempo, pero la fuerza de la naturaleza ‘me hizo repetir’. Muchos años después, tanto él como aquellos colegas se alegran de que siga igual, «¡incluso hablas igual de rápido!».

  1. Céntrate en lo especial
    En una buena campaña publicitaria, la audiencia se quedará con uno, máximo dos mensajes. Se consigue, primero, generando un vínculo emocional, y luego, simplemente a fuerza de repetir. A mí me gusta más llamarle consistencia, porque si solo repites, acabas siendo eso, repetitivo. Así que encuentra una o dos fortalezas potentes, muy tuyas, ¡y a por ellas, tienes toda la creatividad por delante!

SATURNO
Mi cuento: como perseverante y un poco rebelde, tomé como fortaleza algo muy personal: ‘ser capaz de darle la vuelta a todo (sin marearme)’. Mi vida está marcada por experiencias en las que demuestro que, con empeño y otra mirada, todo se puede, ¡hasta convertir aquella naturalidad y frescura en mi particular fortaleza!

  1. Busca tu  lugar en el mundo
    No os imagináis la de personas que encuentro con el desasosiego vital de pensar que se están acomodando, o peor, con la duda de si lo han hecho ya. Hay edades y situaciones vitales que permiten un salto más o menos ambicioso, pero en todos los casos, hay muchas oportunidades allá fuera en las que poder ser uno mismo sin tener que cambiarlo todo. ¡Sal a buscarlas!

TIERRA
Mi cuento: yo fui de las que salté pronto, porque tenía un runrún que me decía que sería más feliz opinando más fuerte y más libre. Quería emocionar. Y quería que me temblara la voz de emoción. Estaba claro que solamente hablar de números, ratios y porcentajes no era mi lugar…

  1. Abre las puertas de par en par
    El principal problema para brillar y comunicarle al mundo que estás ahí y que tienes mucho que ofrecer, es que somos demasiado ‘hogareños’. Nuestra casa es el trabajo, las amistades o los conocidos, incluso la pantalla del móvil, la rutina. ¡Abre las puertas y las ventanas para que tu valor se eleve hasta la luna y mucho más!

LUNA
Mi cuento: volé desde aquel día en que creí que por fin tenía público y algo valioso que contar, sin pensar si me iban a escuchar o no. Volé desde el momento en el que me arriesgué, utilizando un truco que sigue funcionando como el primer día: 1,2,3…, ¡y me atrevo!.

MI EXPERIENCIA EN 3 LÍNEAS:

El desafío. Lo más difícil es dejar atrás lo conocido o solamente pensarlo. ¿Quién sabe lo que habrá allí fuera?

El logro. ‘Siempre hacia delante’, ese es mi lema. Me permite vivir en positivo cualquier decisión que me he atrevido a tomar.

El aprendizaje. Es curioso que sea casi siempre un pequeño detalle lo que te hace, por fin, tomar la GRAN decisión de ocuparte de ti.

 

Cristina Masachs

CEO Softlanding

www.softlanding.es