En invierno la piel sufre de sequedad debido a las bajas temperaturas a las que estamos expuestos, por otro lado la calefacción hace que el ambiente resulte más seco. Con toda esta influencia ambiental la delicada piel de los labios es una de las regiones que sufren más de sequedad, descamación e incluso agrietamiento.

La piel de los labios tiene una capa protectora externa extremadamente fina para potenciar así la sensibilidad de las terminaciones nerviosas que tenemos en esta zona. Por eso, cuando queremos probar si una comida está caliente o fría, lo hacemos con los labios, porque son más sensibles y nos harán saber con mayor exactitud si nos vamos a quemar o no. Con el paso de los años, esta fina capa se va reduciendo paulatinamente. Para agravar esta circunstancia, la piel de los labios no dispone de glándulas sudoríparas ni glándulas sebáceas. Esto hace que su función de barrera sea menos eficaz. Sin la capa protectora de aceites esenciales y sudor que es habitual en otras áreas, los labios pierden hidratación más rápidamente, agrietándose y mostrando signos de envejecimiento con más facilidad y rapidez que otras zonas. La renovación de la piel labial suele ser cuatro veces más rapida que la del resto del cuerpo, por lo que es normal que se deshidrate antes y sea mucho más vulnerable a cualquier cambio climatológico. A pesar de la fragilidad de su piel, siempre están expuestos por eso es fundamental mantener su hidratación para mantenerlos bonitos y saludables.

¿CÓMO CUIDARLOS?

  • Lo primero que debemos hacer es mantenerlos HIDRATADOS. Aplica con frecuencia bálsamo protector o cremas muy untuosas que contengan cera de abeja, manteca de cacao o vaselina. Te recomiendo aplicarlo siempre antes de salir de casa y justo antes de irte a dormir. Mejor en forma de barra o tubo para que no lo apliques con los dedos. Un error muy habitual es humedecerlos con saliva cuando los notamos secos, pero eso solo consigue resecarlos más. Una estupenda opción son las barras de labios cremosas e hidratantes. El mejor truco para aumentar su volúmen es mantenerlos siempre muy hidratados.
  • Lo segundo es EXFOLIAR suavemente para dejarlos suaves y eliminar los pellejitos, pero nunca debes arrancarlos con los dientes porque puedes hacerte heridas, tampoco utilices cepillo de dientes porque suele resultar demasiado agresivo. En el mercado existen productos expecíficos para exfoliarlos de manera suave que eliminan las células muertas y los regeneran para aliviar la sensación de tirantez. Aplícalo con el dedo anular y masajea en forma de círculos, de este modo además, activarás la circulación sanguínea y notarás tus labios con un color natural mucho más intenso.
  • PROTEGER es un paso fundamental para unos labios sanos porque al carecer de melanina, son muy susceptibles a la radiación ultravioleta por lo que se queman con facilidad. No olvides utilizar protección solar (SPF 30) si vas a realizar deportes en la nieve, recuerda que ésta refleja los rayos ultravioleta. Los días de temperaturas extremas, y/o aires huracanados, protege tus labios con una bufanda o pañuelo sobre la boca, verás los buenos resultados.

CURIOSIDADES SOBRE LOS LABIOS

¿Sabes por qué los labios son de un color diferente al resto de la piel?

Al ser más fina la piel en esta zona, los vasos capilares que se encuentran justo debajo, se transparentan con mayor falicidad, proporcionando esos tonos rojizos característicos. Por eso, desde la antigüedad, se ha asociado el color rojo de los labios con un estado de buena salud.

¿Sabías que los hombres se sienten más atraídos por los labios de la mujer que por otra parte del rostro?

Según estudios de la Universidad de Manchester, si la mujer se aplica un lápiz de labios, un tono rosa capta su atención durante 6,7 segundos, mientras que el rojo lo atrapa por 7,3 segundos.

 

¡Ponte guapa, te sentirás mejor!

PalomaBethancourtPaloma Bethencourt