Toda mujer al llegar a la edad anciana (que no quiere decir vieja)  tiene la opción de convertirse en el arquetipo de mujer sabía (mal llamado bruja por la inquisición que trató de aniquilarlas). La anciana es un potencial que lleva dentro toda mujer y que fue muy valorado en las culturas antiguas, donde ser anciana, anciano era un privilegio, no una carga para la familia.

Las cualidades de la  bruja o sabia son rasgos distintivos a través de los cuales se distingue una verdadera anciana , como mujer o arquetipo.

La mujer que lee las 13 cualidades que distinguen a la anciana  y se va identificando con ellas, que las desee desarrollar en si misma, o que se ríe de sus limitaciones, es ya una mujer sabia.

Las 13 cualidades de las mujeres maduras y atrevidas

Regla nº 1 de las mujeres maduras: “Las ancianas no se quejan”
Lo que fue, ya fue y no se puede cambiar, lo que importa es lo que ES. Quizás pensaste que te casarías, tendrías hijos ideales y una profesión sustanciosa, ¡ y ya ves donde quedaron tus sueños¡ Pero el pasado está ya pasado.

Tu edad madura comienza con la menopausia, cuando termina tu ciclo de “procreación” pero eso no significa que “ya no sirves para nada”. Ahora que las mujeres viven muchos mas años, es cuando EMPIEZA realmente para ti un nuevo renacer.

Los Mayas clásicos creían que a los 52 años, que podría ser los 65-70 de ahora, era cuando la persona volvía a su lugar de nacimiento (en el calendario sagrado Txolkin) y tenían la opción de volver a vivir su vida desde un prisma superior de conciencia. Y en otras civilizaciones antiguas, como los Celtas, las mujeres pasaban a estar pagadas por el Estado a partir de los 52 años que se convertían en sabios ejemplos de enseñanza para las mujeres mas jóvenes. En nuestra sociedad, ¡con suerte y si aún te vales por ti misma no te meten en el asilo de viejos¡¡¡¡

Ahora bien, una anciana sabia siente el dolor, puede comunicar su dolor, pero no se lamente continuamente de sus pequeñas dolencias acaparando la atención y aburriendo a todos con y aburriendo a todos.  Una sabia abuela, enseña a sus nietos a no se quejicas, que es la forma de manipular a los demás o conseguir lo que uno quiere.

En cambio, es el momento de comenzar la introspección para ayudarte a ti misma en vez de caer en la compasión de una: “pobrecita de mi”.

Escucha las palabras que te diría la anciana que llevas dentro de ti:

Inspira: eso forma parte del pasado
Espira: eso es el presente
Inspira: el YO Soy que es tu guía superior
Espira: la Paz que te da estar en tu centro.

Regla nº 2 “Las ancianas son atrevidas”
Una verdadera anciana es una mujer  madura con entusiasmo, pasiones y alma.

Hablando en sentido metáforico: las 3 fases de la Luna – creciente-llena-menguante- y los 3 indicadores biológicos de la menarquia-menstruación-menopausia dividen la vida de toda mujer.

Hemos llegado al tercer acto de nuestra vida, la menopausia, y quizás seamos capaces de enhebrar los dos actos anteriores, alcanzar conclusiones y deslaces; unas puertas que se cierran y otras que se abren. Puede que una anciana sabia haya descubierto la riqueza de la soledad sabiendo que solo tiene que agradarse a si misma. O seas una anciana dispuesta a abrir tu casa y tu corazón a muchas otras personas, a vivir en comunidad. O incluso seas una anciana atrevida que ha encontrado un amor joven otra vez, o te integraras en cualquier ONG para ser una peregrina voluntaria. Quizás quieras ser una activista que desea mejorar este mundo socialmente o estés en una fase creativa de tu vida.

Puede que otros piensen que estas fuera de tu edad, de lugar, pero puede que seas en realidad un modelo para inspirar a muchas otras mujeres que no son aún ancianas sabias. Cada mujer madura recurre a una fuente profunda  llena de significado que se halla dentro de ella misma. ¡ Y se atreve a vivir plenamente¡

Regla nº 3: Las ancianas tienen buena mano con las plantas”
Quizás no seas jardinera pero sin duda alguna sabes cuidar una planta si eres una anciana sabia porque te encuentras en la fase creativa, la época de propiciar el crecimiento de la vida. Los niños y las plantas  crecen al lado de abuelitas sabias.

En la antigüedad, ser una anciana significaba conocer el poder curativo de las plantas y saber trasmitirlo a las generaciones mas jóvenes: eran curanderas”, curaban con las manos y con la Naturaleza. Si anteriormente en tu vida no tuviste el tiempo de aprender esta profesión de terapeuta, es el momento de comenzar en esta etapa de tu vida para curarte a ti misma y a todos los que te rodean; cuando nos jubilamos del hogar y los hijos, es cuando mas tiempo tenemos las mujeres para estudiar y aprender.

Regla nº 4 : “ Las ancianas confían en los presentimientos”
La intuición – función mas elevada de nuestra mente humana – se desarrolla con la madurez y el aprendizaje de la vida misma, por ello debemos confiar plenamente en nuestros presentimientos. Una mala experiencia proporciona una buena dosis de sabiduría a una mujer madura y por suerte, confiar en nuestro instinto es algo que mejora con la edad para aplicar a nuestra vida diaria, desde cambiar de abogado, de casa, de pareja, o de profesión.  Hay estafadores en esta sociedad que buscan el aprovecharse de las ancianas, que aún no han desarrollado su capacidad de discriminación. Esto no le sucede nunca a una sabia anciana que saben en quienes pueden confiar sus cuidados, o sus bienes.

Las ancianas confían en su voz interior en su unidad con el universo, en su gnosis.

Regla nº 5: “ Las ancianas meditan a su manera”
Mucho antes que se pusieran de modas los gurus en occidente, las antiguas chamanas ya sabían encontrar el momento y lugar para meditar, orar, o cantar alabanzas. Se puede orar o meditar incluso lavando platos, limpiando la casa, esperando en el dentista: se trata de entrar en vibración Beta, cerrando los ojos y mirando hacia dentro.

Las mujeres que se preocupan sin cesar no pueden meditar ni orar meditativamente, en todo caso recitan retahílas sin sentido. La meditación no es hacer listas de propósitos, o rememorar dolores o resentimientos pasados…. Meditar es otra cosa.

Quizás el término piadosas es el que describe con mayor precisión lo que hacen las ancianas: guardar algo en el corazón y sopesarlo es una forma de meditación.

A medida que envejecemos las personas que queremos y ya han muerto van en aumento y en nuestras meditaciones las abrazamos con ternura desde el fondo de nuestro ser.

Disponer de momentos de silencio en nuestra vida diaria resulta cada vez mas difícil, incluso en la tercera etapa de la vida. Muchas ancianas dedican un tiempo de silencio interior como terapia, o como práctica espiritual y la vida interior va ganando importancia  a menudo que maduramos. Durante las primeras etapas de la vida nos dedicamos a explorar el exterior y con la edad echamos mano de todo lo que ya hemos experimentado y disponemos del tiempo para desarrollar nuestra vida interior incluso porque dormimos menos de lo habitual, y eso nos da más tiempo.

Regla nº 6: “ Las ancianas defienden firmemente todo lo que les importa”
Las mujeres, al contrario de lo que sucede con los hombres, se vuelven más rebeldes con la edad y se vuelven ancianas compasivas despiadadas cuando se enfrentan al dolor de otras personas, a las injusticias sociales, a la indiferencia ante el sufrimiento.

La compasión y la rabia se unen ante tales injusticias de este mundo en las sabias ancianas. Las mujeres mas posiciones radicales por su capacidad de compartir estados afectivos o emocionales, los hombres son más pragmáticos.

Una verdadera anciana es una mujer que ha descubierto su VOZ que no es ya la voz inocente de una niña, sino la fiera sinceridad de la mujer madura.

La fiera compasión de una mujer anciana ( las abuelas de la plaza de mayo) es producto de la protección maternal de la mamá oso.

Entre los pueblos indígenas la palabra abuela, abuelita, era un título de respeto que se otorgaba a la mujeres mayores, en una sociedad que valoraba a las mujeres que ya habían superado su época de maternidad y cuya protección maternal se extendía a todos los niños de la tribu. Todos sabemos que mamá oso protege con fiereza a sus cachorros.

En Occidente las mujeres han ido ganando poder gracias al movimiento de Liberación y la nueva educación y se conoce que es un error infravalorar la pasión de una mujer para atacar la injusticia social, sobre todo en niños y mujeres, y hay miles de ellas que lo demuestran en nuestra sociedad.

Regla nº 7: “  Las ancianas deciden su camino con el corazón”
Las ancianas que han aprendido de sus errores, que se han vuelto valientes, que confina en su percepción interna, que son mujeres apasionadas y valientes,  aprenden a decidir desde su corazón sin miedos.  Las ancianas saben, cuando se encuentran en una encrucijada, que les tocará sacrificar algún camino para elegir otro y hemos de conocernos bien a nosotras mismas para elegir en cada momento sabiamente.

Hay muchos caminos a seguir y si elegimos uno desde el corazón puede que no sea el mas fácil pero nos llenará de alegría y mientras viajemos estaremos madurando. Pero si elegimos un camino por miedo, la angustia será nuestra compañera de viaje y no nos importará nada lo que consigamos porque nos habremos sentido limitadas.

La idea de que somos seres espirituales que seguimos un camino humano en lugar de seres humanos que quizás siguen una senda espiritual es un pensamiento que debemos meditar bien. Si poseemos un alma mortal y si la vida tiene un propósito  ¿Por qué y para qué estamos aquí? ¿ Qué es lo que hemos venido a hacer en este mundo?

Ser humano es amar y por lo tanto ser vulnerable al sufrimiento y la pérdida. Pero, ¿es acaso ese sufrimiento el que nos mete el miedo para seguir arriesgando? La respuesta podría estar en estas dos afirmaciones: Qué hemos venido a aprender … Quién o qué hemos venido a amar. Son preguntas que ¡ojalá¡ podamos responder al final de nuestras vidas y en ello están las ancianas sabias.

Ser humano es una experiencia corporal y anímica UNICA en cada persona, que debe descubrir cual es su camino para llegar a vivir sus destino desde su corazón.

Si te encuentras en un cruce de caminos , deseo que sepas cual es el sendero que entronca con tu corazón y que tengas la valentía de seguirlo. ( la autora)

Regla nº 8: “Las ancianas dicen la verdad con compasión”
Con la edad aprendemos a decir lo que el otro quiere oir, como práctica social correcta, pero la verdadera anciana es sincera y sabe decir la verdad con compasión.

La primera observación es aprender a escuchar al otro y reconocer si es el momento de aconsejarle o callarse.  La sabiduría de la anciana interior es saber cuando hay que hablar y lo que hay que decir. La verdad es afilada, un instrumento que puede causar dolor y heridas difíciles de curar luego. Las mujeres tienen tendencia a ocultar la verdad a aquellos que mas les importan emocionalmente, y al actuar así solo aumentan sus debilidades. Si estas sufriendo una relación abusiva, no solo permites que lo peor de la otra persona te oprima a ti, sino que además estas reforzando lo peor que hay en ella.

Decide no colaborar con el abuso, y serás una anciana sabia: Hacer es transformar. No querer que una amiga se sienta mal y ocultarle la verdad, no le va a ayudar.  Una anciana desea conocer la verdad siempre, para ayudarse a si misma y ayudar a los demás, y por eso investiga las situaciones profundamente antes de aconsejar o callarse.

Las ancianas se valoran a si mismas y valoran  sus relaciones ¿quién nos importa y a quien importaos en realidad?  ¿Quiénes son amigas y quienes falsas?

Igual que les sucede a los pacientes de cáncer, las ancianas saben que su tiempo es precioso: Todo lo que haces se resta de lo que pudiste hacer y no hiciste.

Si crees que es hora de cambiar tu vida, dejar atrás senderos y relaciones, para dedicar lo que nos queda a los que verdaderamente nos importan, y lo que verdaderamente nos gustaría dar de nosotras mismas, hay que enfrentarse a los cambios con valentía y saber que todo es posible cuando lo deseamos desde el corazón: el poder curativo y libertador de la verdad. Las ancianas tienen por costumbre decir la verdad.

Regla nº 9: “ Las ancianas escuchan su cuerpo”
Está de moda el darle toda nuestra atención al aspecto exterior de nuestro cuerpo, millones de mujeres se dejan incluso mutilar con operaciones dolorosas, pero la anciana escucha su cuerpo interior, no solo la apariencia externa.

Si escuchamos el cuerpo veremos que a menudo nos enseña a prestar atención a algo importante, que de otro modo se nos escaparía a la comprensión. Una anciana sabe que satisfacer lo que nos da gusto al cuerpo y a la psique nos da bienestar: si es el baile, hacer el amor, una buena comida, un viaje, hacer deporte, caminar, sentir el viento, ver una puesta de sol, la luna llena, imágenes que nos complacen, se entrelazan sensaciones físicas y síquicas que aportan alegría a nuestras vidas.

El aspecto exterior de una anciana puede o no puede gustar, pero lo que importa es la valía interior, como mujer y como ser humano, no si tiene mas o menos arrugas: su mirada, su sonrisa, el tono de su voz, sus movimientos, nos dan la imagen de una anciana sabia que ha sabido escuchar bien su cuerpo.

Regla nº 10 : “ Las ancianas improvisan”
La mayoría de las ancianas podrían definir la vida como una obra en continua improvisación. Podríamos decir que han sufrido muchas “encarnaciones” en esta vida al mirar hacia atrás y contemplar las etapas, los lugares y las personas que fueron importantes para ellas, sobre todo en ancianas que rondan los 70 y vivieron una o varias guerras y revoluciones sociales. Jamás nos fue dado un sendero único por el que caminar. Es frecuente que las mujeres de nuestra generación se hayan casado varias veces o hayan tenido varias parejas. Otras fueron ardes tardías y hubo quien formó varias familias o adoptaron niños de otros países.

Es posible que muchas ancianas vivan lejos de sus familias, hayan vivido la riqueza y la pobreza, en distintas épocas de sus vidas. Quizás algunas hayan vivido en Comunidades, o pertenezcan a asociaciones o religiones distintas a las propias. Puede que hayan cambiado de empleo varias veces en sus vidas.

Independientemente del pasado, los grandes cambios se producen mas en la vejez, luego de las jubilaciones, cuando las mujeres suelen quedar viudas  o divorciadas.

Gracias a su espíritu aventurero hay ancianas que descubren nuevos caminos en la vejez, o retoman lo que se vieron obligadas a dejar “en espera” cuando fueron madres. Y muchas mujeres maduran desean devolver todo lo que recibieron en sus vidas y entran en filas de voluntariado para ayudar a otros mas desfavorecidos, pero una verdadera anciana acepta con alegría los cambios en su vida y les encuentra un sentido.

Cada etapa es como un movimiento distinto dentro de la gran obra de la vida.

Regla nº 11: “ Las ancianas no imploran”

La risa que provocó en un círculo de mujeres la voz de una anciana ante este frase, refleja el significado de esta regla: ¡“Yo ya no imploro un gesto de aprobación”¡

Evidentemente debía referirse al marido o los hombres en general. A todas les resultaba conocida esa situación.

Las mujeres que entran en la menopausia pueden recuperar sentimientos de su adolescencia, porque las etapas tienen similitudes entre si; periodos hormonales biológicos que nos producen distintos estados de ánimo, a menudo de inseguridad ante la aprobación de otro sexo. Las adolescentes y las mujeres en menopausia se ven a veces muy gordas o muy flacas, o que resultan simplemente “invisibles”.

Desear complacer es deseable, pero está muy lejos de ser lo mismo que implorar aprobación y deprimirse si no se encuentra.

Todos hemos venido al mundo para ser amados lo cual es un ingrediente esencial en el desarrollo del cuerpo y de la psique. Si nos aman nos aceptan y nos tratan bien, no imploramos y actuamos con naturalidad y espontaneidad. Cuando el suplicar se da entre adultos hay un miedo  a ser rechazado y se crea una relación jerárquica entre ambos. ¡Cuántas de nuestras madres y abuelas padecieron esta jerarquía que la hizo sufrir ¡

El implorar es una dependencia emocional con otra persona porque en realidad nos sentimos inferiores  y solo la mujer que se siente prisionera en su relación tiene que implorar aprobación; a menudo son mujeres que sufren o sufrieron malos tratos.

La Liberación de la mujer en el siglo XX ha cambiado algunos de estos patrones y muchas mujeres maduras hoy, eligieron ser o no madres, ser profesionales, parejas mas o menos convenientes para sus familias, lugares donde vivir, y ser independientes.

Regla nº 12 “Las ancianas se ríen juntas”
Las carcajadas que se oyen en un grupo de mujeres, suelen darse en ausencia de los hombres. Las historias compartidas, de momentos dulces y amargos, entre mujeres, forman un verdadero círculo de complicidades entre ellas.  Es una risa en la cual las endorfinas fluyen y dan un bienestar del momento. Cuando las ancianas se reúnen es muy posible que rían hasta que les salga lágrimas de los ojos: es una risa curativa.

Es un atisbo de humor curativo que saca a la luz los problemas que nos unen en vez de dividirnos.  Este humor es muy diferente al de los hombres, que se quejan de que las mujeres no ríen siempre de sus chistes porque no tienen sentido del humor.

Esta risa es fruto de sentirnos “entre iguales”  y por mucho que amemos a un hombre, siempre será de otra especie diferente a nosotras, y sentirá de otra forma.

Pero esta sensación de “sentirnos entre iguales” no se da entre las mujeres que no comparten la solidaridad con su género femenino. La risa de las ancianas se nutre de un pozo profundo de sentimientos: es la expresión de triunfo sobre aquello que pudo convertirnos en amargadas y nos causa risa hoy día  y podemos comunicarlo.

La alegría es la expresión espontánea de la libertad y la celebración.

Regla nº 13 “ Las ancianas saborean lo positivo de la vida
Si eres una mujer que ha disfrutado de la vida y a quien su consabida carga personal de sufrimiento humano no ha conseguido amargar con toda probabilidad te convertirás en una anciana sabia y experimentada, lo que significa que sabrás de saborear lo bueno que te ofrezca la vida.  Las mujeres maduras saben lo afortunadas que son al seguir vivas  y que muchas de sus amistades  se han quedado por el camino.

Saborear consiste en focalizar toda nuestra atención en una experiencia y comprenderla de verdad. Se trata de sentir gratitud por ese momento.

Si eres capaz de contemplar la belleza de la Naturaleza saborearas un amanecer o puesta de sol;  O si aprecias la música un concierto muy especial; o si eres artista un cuadro hermoso,  o incluso una gourmet saboreara una comida exquisita.

La gratitud surge al ser conscientes de las diferentes alternativas y de un momento crucial y hay muchas cosas por las que sentirse agradecidas en la edad madura.

La gratitud es un sentimiento que llevamos en nuestro interior y que sale espontáneamente en circunstancias de nuestra vida: incluso el saber dar las gracias por el momento presente que uno está viviendo: es una verdadera comunión.

Las ancianas, las brujas, las chamanas, las sabias, son expertas en reconocer los buenos momentos que nos ofrece la vida.

Reflexiones

Los hombres excepcionales pueden ser ancianos también.

Las ancianas unidas pueden cambiar el mundo

Cada etapa de la vida es un milagro para agradecer

Como seres espirituales que recorren un sendero humano, lo que hagamos en el terreno del Alma durante la tercera etapa será,. Sin lugar a dudas,  lo mas importante.

La sabiduría, la compasión, el carácter, lo que hagamos con la vida que no dieron, lo que aprendimos, y aquello en lo que nos hemos convertido, todo eso importa.

Formamos parte de un universo interconectado en el cual el mas ínfimo movimiento del ala de una mariposa puede influir realmente en el sistema entero, puedo imaginar que cada una de nosotras genera ondas de influencia a través de la persona que somos, de lo que hacemos, de si amamos y si rezamos, y que llegado el día, lo sabremos. Jean Shinoda Bolen