Al llegar la menopausia (normalmente a partir de los 45 años), las mujeres pasan por muchos cambios hormonales que afectan a sus relaciones sexuales, pasando por dolor durante el coito, falta de deseo y excitación… Ahora, un reciente estudio afirma que las relaciones pasadas y la salud emocional pueden tener una influencia mucho mayor de la que se creía (más que las hormonas) sobre la función sexual de las mujeres en la menopausia.

Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan (EEUU) analizó los datos de 3.302 mujeres de entre 42 y 52 años de edad que participaron en el estudio de salud SWAN en todo Estados Unidos, con objeto de ahondar sobre los niveles hormonales y su relación con la función sexual.

El estudio tuvo un seguimiento de 10 años y en el transcurso del mismo se evaluaron los niveles de una serie de hormonas reproductivas como la testosterona. Los resultados del análisis revelaron que las mujeres que tenían niveles altos de testosterona o DHEAS (Dehidroepiandrosterona) experimentaban deseo sexual con mayor frecuencia y se masturbaban con más frecuencia que las que tenían niveles bajos de estas hormonas. Sin embargo, para los expertos, el hallazgo más notable fue descubrir que los niveles hormonales tenían una débil influencia sobre la función sexual de la mujer. Así, tener pocas etapas de tristeza y sentirse satisfecha con su actual relación íntima fueron los factores más relevantes de cara a una mejor función sexual.

“Si bien los niveles de testosterona y otras hormonas reproductivas estaban vinculados a los sentimientos de deseo y la frecuencia de la masturbación, nuestro estudio a gran escala sugiere que los factores psicosociales influyen en muchos aspectos de la función sexual. El bienestar emocional y la calidad de su relación íntima son elementos tremendamente importantes para la salud sexual”, afirma John F. Randolph, líder del estudio.

El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

Fuente: MUY INTERESANTE