Angelique Pfitner ya ha publicado siete libros, uno de ellos perteneciente al género fantástico, otro de poesía, las demás novelas adscritas al género negro, salvo esta última, «Matilde», un espléndido ejercicio de memoria histórica. Y, entre otras actividades y funciones, es comisaria del Festival de Género Negro Lloret Negre.
 
«Matilde»cuenta la historia de un mujer desde antes de la Segunda República al tiempo actual. Es, precisamente, Matilde quien nos narra su trayectoria, desde la residencia de ancianos donde vive.
 
La Memoria. Es esencial la Memoria, sobre todo en un país que carece de cultura, como el nuestro, salvo la que le ofrece la televisión (hablando genérica y mayoritariamente). Y, más aún, es esencial la Memoria Democrática, la de los perdedores, la de las víctimas, que siempre permanece oculta tras la visión que imponen los vencedores, y que buscan tergiversar lo sucedido realmente. «Matilde» cumple con esa exigencia de contar el pasado, que tanto nos afecta en nuestros días.
 
Lo que consigue la lectura de esta novela es seguir la evolución de la situación de la mujer en nuestro país. El trato que ha ido recibiendo de los hombres, de los que gobernaban en el país, de los que estaban a su lado por cariño (o intereses). La violencia, el desprecio, la ternura de algunos momentos por parte de algunas personas cercanas, el proceso liberador.
 
Todo está perfectamente descrito en esta trama existencial.
 
Angelique ha escrito una novela que merecería la pena que se convirtiera en manual de cabecera de chicos y chicas, para saber dónde se estuvo en los distintos momentos de nuestra historia, lo que se ha conquistado e incluso lo que precisamos alcanzar para que todo el ciclo se complete afortunadamente, para que al fin se establezca la plena igualdad entre hombres y mujeres.
 
Pero nada más lejos que ser un ensayo, «Matilde» es una novela de sentimientosy, sobre todo, de personajes,especialmente de uno, claro, Ella, pero también de otros. De personajes reales, humanos, de verdad, tal como pasaron por la vida, o tal y como siguen acompañándonos.
 
Yo ignoro si Matilde es la abuela de Angelique, u otro familiar, o ese curso vital se lo ha relatado alguna amiga. Me da igual. Eso no importa en absoluto. Lo impactante es que se trata de una historia perfectamente contada que nos sirve como retrato vivo de la mujer, disfrutando de sus picardías, de sus tristezas, de sus sueños, de sus aspiraciones, de las características de los demás que la fueron rodeando, salpicado con esas otras historias, dramas o encantos.
 
No sé si Matilde es un ser real. Lo que sé es que desde la lectura de la novela de Angelique, forma parte de mi familia. Ya es mi Matilde.»
 

 

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ANGELIQUE PFITZNER

Matilde

 

 

LLoret Negre