Entendemos como medicina integrativa (un término que cada vez se va a escuchar más a menudo) una medicina personalizada, predictiva, preventiva y participativa.

Personalizada, porque cada paciente es diferente y no vamos a relacionarnos con él de la misma manera que con otros de características muy diferentes.

Predictiva, porque estamos dotados de una Información genética que determina algunas patologías.

Preventiva, ya que desde el conocimiento de nuestro riesgo podemos influir en evitar que se manifiesten una parte de los problemas potenciales. La influencia del medio ambiente, parece ser que es mucho más determinante de lo que hemos creído hasta ahora. Los análisis de ADN avanzan con rapidez. Con ellos podremos predecir y elaborar un plan antes de desarrollar la enfermedad en algunos casos.

Participativa, la responsabilidad del enfermo con si mismo es básica, trabajando junto a su médico para restablecer la salud. La Implicación del entorno del enfermo también es importante. Somos seres sociales y vivimos en sociedad. Los pacientes no quieren médicos endiosados que lo saben todo, y los médicos no van a querer pacientes que depositan en tu mesa su problema, para que tú lo arregles sin más. Hace falta el compromiso por ambos lados.

 

En los años 90 la Universidad de Harvard publica un estudio donde se resalta que el 45% de los pacientes utilizan a la vez que la medicina convencional, las llamadas «medicinas alternativas». Es fácil entender que cuando tenemos un problema buscamos el apoyo que nos hace falta: Nutricional, anímico y un largo etcétera, si bien es cierto que derivar a los pacientes cuando han fracasado sus médicos habituales y los tratamientos a estas consultas tampoco dio los resultados esperados.

 

No solo la tecnología más puntera es de utilidad para los enfermos sino también es necesario acompañar esta tecnología de una parte más cercana y humana. Volver a ver a los pacientes con nombre y apellido y dialogar con ellos. Esta nueva forma de medicina que conocemos como Medicina Integrativa, nos acerca al antiguo método de Hipócrates y retoma «el arte de recuperar la salud».

 

En este método curativo las llamadas medicinas complementarias, van a compartir con las medicinas científicas, basadas en la evidencia. Simplemente, sumamos fuerzas en vez de dividir. Todos los esfuerzos tienen que ir en la misma dirección y es la de mejorar la vida del paciente.

Como muchos llevamos haciendo desde siempre (por que a pesar de todo, lo hemos hecho) el plan es poder atender los problemas físicos, mentales, anímicos y sociales de nuestros pacientes, ya que todo es importante.

El compromiso del paciente también es de gran importancia para el tratamiento. No puede dejar su problema encima de la mesa. Tiene que ser un paciente comprometido.

Así vamos a comprobar que el TODO es mucho más que la suma de las partes: No van a servir creencias, no se trata de fe pero tampoco queremos prejuicios. Rigor y precaución por parte de los profesionales, ya que restituir la salud no equivale a curar. Muchas veces sanamos sin curar. Tenemos que valorar la diferencia.

El envejecimiento de la población con el aumento de las enfermedades crónicas es innegable, cosa que hace que tengamos que dar un par de vueltas más a la tuerca  porque no hay que olvidar que las mujeres atraviesan la menopausia siendo todavía jóvenes.

En 1997 se instaura en Arizona el primer programa de medicina integral. Actualmente se lleva a práctica en unos 40 hospitales. En España se crea la sociedad de medicina integrativa en 2014 formado por profesionales de diversas áreas de la salud. Aún todavía, el Hospital Anderson de Houston sigue siendo pionero en tratamientos y estudios y un centro de referencia para todos.

 

Como podéis ver, los tiempos siempre están cambiando y no hay opción más sabia que cambiar con ellos.

 

Me permito la licencia de dejaros una vieja canción(1964) de Bob Dylan: los tiempos están cambiando.

 

 

Marga legoruburuDra. Margarita de Legorburu

Licenciada en medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona. Máster en acupuntura por la Fundació Bosch i Gimpera de la Universitat de Barcelona. Diplomada en acupuntura por las escuelas de Toulouse, Pekín (China) y Colombo (Sri-Lanka). www.acupuntura-legorburu.com

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