A lo largo de la vida de una mujer, los cambios hormonales son una constante y, en cualquier etapa, tienen repercusiones más o menos directas en su salud bucodental. Las mujeres adultas que llegan a la etapa de la menopausia tampoco se libran de estos cambios hormonales y de sus consecuencias. Durante la menopausia de produce un descenso de estrógenos que influye en el metabolismo, en la formación de colágeno en la piel e incluso en el comportamiento.
Esta reducción de los niveles de estrógenos produce alteraciones en los tejidos de la boca y repercute negativamente en la salud bucodental, deteriorando las encías o la mucosa bucal.
Fuente : Clínica dental Sant Jordi
A simple vista, las encías se vuelven más brillantes y secas, sangran más fácilmente y su color varía entre pálido y rojizo. A esto, hay que añadir una sensación de malestar bucal, con sensación de quemazón, sequedad y mal sabor de boca muy común en la mayoría de mujeres en este periodo. El descenso de hormonas provoca que las glándulas salivales no segreguen la misma cantidad de saliva, cosa que puede derivar en problemas a la hora de masticar, tragar o incluso hablar. Esta patología es conocida como xerostomía.
Durante esta etapa, es recomendable que las mujeres eviten comer alimentos ácidos o los frutos secos, que acentúan esta sensación de sequedad en la boca. Beber mucha agua y mascar chicle ayudará a salivar más de manera natural. El envejecimiento óseo que acompaña la menopausia también provoca cambios en el hueso que sustenta los dientes y puede llegar a alterar su color o forma e incluso provocar la pérdida de alguna pieza. En estos casos, es necesario acudir al especialista y recibir un tratamiento específico para superar estas afecciones bucodentales y mejorar la calidad de vida.
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