¡Mis Deseos Por Que La Cosecha Del 2014 Haya Sido Espléndida Y La Del 2015 Lo Sea Aun Más!

Pues sí, tal como indica ese trajinado dicho del vaso medio lleno o el vaso medio vacío, nos sucede con el fin del ciclo de un año. ¿Es un año menos o un año más? Interesante reflexión esa, sobre todo cuando se trata de contabilizar los años como haberes en la cuenta de la sabiduría, de las experiencias vividas, de los bailes que nadie bailará por ti a menos que tú no los bailes, en fin…. experiencias de vida.

Mis deseos para todas son los mismos que me deseo a mí misma y este año elevo un rezo a mis dioses y diosas a quienes les pido con auténtico fervor que me ayuden a ser cada vez más simple, a recuperar los ritmos naturales, a encontrar los caminos que me devuelvan a mí misma a esa que soy, dejando cada vez más lejos a aquella que debo o quisiera ser.
Mi rezo es que volvamos a lo simple; a voltear la mirada hacia nuestra gran maestra la naturaleza. Rezo también por los rituales y ceremonias para que sigan levantando la memoria antigua enterrada desde los tiempos de la Diosa, cuando el calendario se regía por los ciclos lunares, menstruales y/o estacionales. Son ciclos que aún cuando hayamos dejado de sangrar nuestro cuerpo reconoce y los sigue manteniendo como propios. Si nos rigiésemos como otrora nuestras ancestras por el calendario lunar, celebraríamos el Solsticio de Invierno (21 de diciembre), el día en que la luz vuelve a ascender dejando atrás las largas noches donde domina la oscuridad.

En los misterios del Eleusis es el día en el que se celebraba el retorno y el nacimiento a la vez de Perséfone, después de haber estado en el inframundo con su consorte, y allí comenzaban los días a alargarse y lo cual marcaba el comienzo de la rueda del tiempo. Hay similitudes con los mitos de Isis y Osiris, Astarte y Adonis y Cibele y Attis. Todas las tradiciones celebraban esta fecha con distintos rituales, algunas limpiaban, arreglaban, ventilaban y ordenaban la tierra, el hogar y los asuntos internos con el fin de aproximarse al nuevo ciclo en un estado de orden y ligereza propio de quien se dispone a iniciar algo, aun quedan algunos residuos de estas prácticas.

De hecho si fuese la Madre Tierra y no la industria del comercio nuestra guía, copiaríamos sus propios rituales y así como los árboles se despojan del viejo follaje para renovar sus vestiduras nosotras haríamos otro tanto en la profunda convicción que en el tiempo cíclico todo acaba para volver a nacer y todo lo que se siembra se cosecha. Así que chicas….recojamos y agradezcamos la cosecha de las buenas cosas vividas, de las experiencias que supimos solventar, de las riñas, enfados y malos ratos que nos hemos evitado porque “no vale la pena”, de las personas lindas que conocimos, de las lunas que nos bañaron durante algunas noches, de las sanas y nutritivas comidas que nos alimentaron, de las sábanas limpias en las que dormimos, de los amaneceres que logramos ver, de las lluvias que escuchamos detrás de la ventana, de las sonrisas que nos regalaron los bebés por la calle, de saber que contamos con personas para quienes somos importantes, las memorias del cielo claro y del viento que mueve los árboles….

Y luego sembremos buenas intenciones para el año que viene. ¡Felices Fiestas y hasta el 2015!  

HORTENSIA CARRER

 

Hortensia Carrer
Psicoterapeuta y analista jungiana.
       

 

 

Ilustración: Alejandra Rubies

www.alejandrarubies.com