Antes de la edad madura, es característico que nuestras energías estén centradas en el cuidado de otras personas. En cierta medida nuestras hormonas son cómplices de ello, ya que nos alientan el instinto de nutrir y mantener el equilibrio y la paz y nosotras tenemos que poner alas a nuestros sueños.
Los cambios hormonales que se producen en nuestro cuerpo durante la menopausia, tienen también su repercusión en el cerebro y preparan a este para nuevas percepciones y por lo tanto para un nuevo comportamiento
Cuando la mujer entra en la menopausia y el velo hormonal desaparece, abandona su papel principal de cuidadora escrito para ella por las hormonas. Esto no quiere decir que la mujer en esta edad ya no sea una buena cuidadora, simplemente tiene más libertad para dirigir su energía creativa hacia otros caminos o intereses.
Es entonces, al disminuir las hormonas, cuando muchas mujeres experimentan que los asuntos que se volvieron borrosos y/ u olvidados, afloran repentinamente con mucha claridad y con un gran deseo de hacerlos realidad. Llegado este momento algunas deciden afrontar los deseos personales que tenían aparcados durante los años reproductivos, tomar las riendas de su vida y lanzarse a empresas de emprendimiento, crecimiento personal o bien a desarrollar facetas artísticas o deportivas, que ni se habían planteado. Es algo así como si fuera una “nueva pubertad.”
Este cambio o evolución no resulta fácil, ya que aparecen muchas incógnitas y tal vez algo de miedo. Pero la llamada a encontrarse con una misma es tan potente que si no se hace nada es posible que eso pase factura más tarde en forma de enfermedad, de trastorno emocional o simplemente dejarse llevar en una vida rutinaria, que es una forma más leve de “dejar de vivir”.
Tomar la decisión de explorar otros territorios y reinventarte como mujer madura, es uno de los viajes más apasionantes que puedes acometer en tú vida. Si tomas esa decisión y te pones manos a la obra, verás como poco a poco se te abren caminos que ni siquiera eras capaz de vislumbrar.
Pero para llegar a generar en nuestra vida una nueva realidad, hay un camino que recorrer. Un camino que comienza el día que tú decides que eres la persona más adecuada para DIRIGIR TU PROPIA VIDA. Y como ya te he explicado, ahora “las hormonas” trabajan a tu favor en esta dirección. Haciéndote más fácil el hecho de dedicarte a ti, de que ha llegado tu momento.
Yo te invito que en esta época de cambios que es la Menopausia, des alas a tus sueños y decidas ir a por ellos. Soñar es caminar por los senderos de la ilusión y la felicidad, es lo que nos ayuda a vivir, pero no hay que ser ingenua, conseguir los sueños no significa que sea una tarea fácil, requiere todo un camino.
Quizá tengas muy claro que sueños han quedado en tu camino y que te encantaría retomar. O tal vez eres de las que saben lo que no quieren, los aspectos de su vida que desean dejar a tras, pero no tienen claridad de verdad que es lo que desean. En cualquier caso lo importante es tomar la decisión de que vas a ir a por ellos, que te vas a aponer en marcha.
Desde este momento en que has tomado la decisión, puede comenzar para ti un camino de descubrimientos sobre ti misma y mi sugerencia es que aproveches todo lo que tienes. Tú sabes mucho más de lo que eres consciente y solo hace falta que te hagas las preguntas adecuadas para que te vengan las respuestas.
Aprovechar lo que tienes es poner en valor todo lo recorrido a lo largo de los años vividos, nadie sabe mejor que tú cuál es tu don, aquello que naturalmente haces con gran facilidad y mejor que la mayoría de los que te rodea, tú sabes lo que sabes, lo que haces y lo que te gusta. Tienes experiencia de que cosas te hacen fluir, te llenan de satisfacción y al terminar te encuentras con más energía que cuando las comenzaste, sabes de tus habilidades y también de aquello que te produce malestar. Todo esto que sabes te puede orientar para que definas el sueño que quieres realizar.
No todos los sueños son igual de fáciles de alcanzar, algunos requerirán de más esfuerzo, ilusión, personas, conocimientos, recursos o entrenamiento. Por eso te invito que lo primero sea hacer algo que te parezca factible.
Para definir tu sueño, conecta con tú yo interior y deja que fluya eso que deseas. Un buen método es coger un papel y escribir en primera persona y como si ya hubiera ocurrido, tú sueño cumplido. No tengas temor a lo escrito ni comiences a juzgar que es muy grande o muy pequeño, lo que si tienes que hacer una vez que lo tengas escrito es ponerle fecha, así quedará anclado.
Cumplir tus sueños puede ser difícil o más fácil de lo que te imaginas. Las dificultades, los problemas y las oportunidades, son las diferentes formas de ver los obstáculos que aparecen cuando te pones en marcha para hacer algo que no has hecho antes.
Cada una tenemos nuestro nivel de certidumbre y nuestras circunstancias particulares, pero piensa que precio estas pagando por no atreverte a dar el paso de seguir tus sueños. El contrapeso del presente es muy potente a la hora de ponernos en marcha hacia un futuro que puede ser solo una posibilidad entre otras muchas y solo tiene cabida en nuestra imaginación y nuestra voluntad. Tú decides que quieres hacer y donde quieres llegar, es tú decisión y tu vida. Pero sea cual sea esta decisión no te lamentes, entrarías en un bucle que te llevaría a una situación peor.
Te invito a aprovechar la claridad de visión que es el regalo de la Menopausia y a usarla para hacer que la segunda mitad de tu vida, sea verdaderamente tuya. Da alas a tus sueños. Si lo haces así, este periodo promete ser el más liberador y satisfactorio de tu vida.
¡Lo mejor aún está por venir!
Deja tu comentario