Cada vez somos más las que nos atrevemos a realizar nuestros propios cosméticos en casa, si tú no sabes por donde empezar, te recomendamos este artículo que te enseñará como preparar gel de aloe vera casero.
Fuente: https://mejorconsalud.com/como-hacer-gel-de-aloe-vera-casero-y-cuales-son-sus-aplicaciones/
El aloe vera, también conocida en algunos lugares del mundo como sábila, es una de las plantas más valoradas en la industria cosmética por los múltiples beneficios que le puede aportar a la belleza de todo el cuerpo. Cuenta con propiedades astringentes, antibacterianas e hidratantes que, al ser aplicada sobre la piel, favorecen su regeneración para mantenerla joven y libre de diversas imperfecciones. También se destaca como uno de los mayores refrescantes y cicatrizantes naturales, apropiado para el tratamiento de las quemaduras solares y otras lesiones que dañan la estructura natural de la piel y que derivan en marcas y envejecimiento prematuro. Gran parte está compuesto por agua, pero también supone un aporte significativo de vitaminas A, C y E, cuya acción antioxidante puede inhibir el daño oxidativo. Estas y muchas otras razones lo han convertido en el ingrediente básico de muchos tratamientos del mercado que aprovechan sus bondades para fines estéticos.No obstante, para aprovechar al máximo todas sus cualidades, la mejor forma de usarlo seguirá siendo en su estado 100% natural. Por esta razón, a continuación vamos a compartir la receta de un sencillo gel de aloe vera casero y las aplicaciones que le puedes dar.
Preparar gel de aloe vera es muy fácil y, sobre todo, útil. Aunque ya se puede adquirir en presentaciones comerciales, lo mejor es hacerlo de forma orgánica para cuidar el medio ambiente y evitar los conservantes químicos.
Ingredientes
- 3 hojas de aloe vera.
- 1 cucharada de zumo de limón (10 ml)
- 1 cucharada de aceite de germen de trigo (10 g)
Instrucciones
- En primer lugar, cinco días antes de preparar el gel, riega la planta a diario para que se encuentre en mejor estado al momento del corte.
- Pasado el tiempo aconsejado, corta tres hojas o las que consideres necesarias para extraer el producto.
- Cuando las tengas listas, retírales las espinas laterales y ponlas en un recipiente con agua durante un mínimo de 24 horas, cambiando el agua cada tres o cuatro horas para que todas las hojas expulsen una sustancia conocida como aloína, que puede resultar tóxica.
- Después de las 24 horas, retíralas del agua para poder extraerles su pulpa y continuar con la preparación del gel.
- Toma un cuchillo y abre cada una de las hojas por uno de los lados.
- Ahora, con la ayuda de una cuchara o espátula, extrae todo el gel y resérvalo en un recipiente.
- Incorpora el jugo de limón y el aceite de germen de trigo, cuya función es potenciar sus propiedades gracias a sus aportes de vitamina E y otros antioxidantes.
- Al tener todo listo en el recipiente, bate la mezcla a velocidad media-alta hasta lograr una crema espesa de tonalidad blanca. Si no cuentas con batidora, puedes hacerlo con la ayuda de la licuadora.
- Para finalizar, vierte el producto en un frasco de vidrio hermético y consérvalo en el refrigerador para que dure más tiempo.
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