Cada año celebramos la llegada de la primavera con el solsticio del mes de marzo. Después de los días cortos de invierno y la falta de calor solar, la primavera nos invita a sentirnos revivir. Pero también es verdad que con el calorcito llegan los problemas vinculados al polen, todo brota alrededor nuestro y sobrevivir a la primavera no resulta fácil para todo el mundo.
De las cuatro estaciones la más temidas es la primavera por los cambios de salud que nos puede acarrear. Con el renacer de la naturaleza también renacen los brotes alérgicos y nuestro cuerpo debe realizar esfuerzos para poder seguir nuestro ritmo diario. Por un lado a nivel respiratorio el aire está más cargado e incluso sin tener alergias diagnosticadas, muchos de nosotros tenemos días de garganta irritada, ojos llorosos o incluso un cansancio que no sabemos de donde nos viene.
Todo se repite año tras año y es por eso que este año deseo hablarlo en el momento adecuado. La Medicina Tradicional China nos recuerda que antes de que las cosas se materialicen, hay un periodo de preparación. Con las estaciones climatológicas pasa exactamente igual.
¿Sabías que la primavera energética empieza antes?
La primavera como tal, nos llega el 21 de marzo según nuestro calendario, pero la energía de primavera empieza a asomar la cabeza a principios de febrero y llega a culminar su presencia justamente cuando nuestro calendario nos marca el inicio de la estación. Así es, a principios de febrero se inicia la llegada de la energía primaveral y es en este periodo que debemos iniciar nuestras terapias o dietas desintoxicantes. Es en febrero que debemos tomar las riendas de nuestra primavera y no esperar a que llegue finales de marzo que ya será demasiado tarde.
Según la medicina tradicional china, cada estación tiene un órgano que lo representa y en este caso el órgano vinculado a la primavera es el hígado. Es en esta época cuando más se van a manifestar las patologías vinculadas a la sangre, de aquí la frase “La primavera la sangre altera”, es literal.
La sabiduría popular lleva mucha razón y por esto os quiero animar a empezar desde ya los preparativos de la primavera 2019.
Más allá de las funciones fisiológicas propias del hígado durante todo el año, en primavera va a trabajar más para poder filtrar todas las toxinas externas e internas de nuestro cuerpo. Mantener un hígado sano nos permite tener nuestra sangre en condiciones óptimas, gestionar nuestras digestiones y mantener nuestros filtros naturales tales como el sistema urinario, el sistema excretor y la piel en buenas condiciones.
Por eso es tan recomendable hacer un poco de limpieza de hígado para descargarlo y que pueda pasar la primavera sin sobresaltos.
¿Como podemos ayudar a nuestro hígado?
Con las tardes más soleadas nos apetece más salir a pasear y con el buen tiempo las actividades al exterior se multiplican, esto es perfecto para poder activar nuestro cuerpo y quemar grasas acumuladas del invierno.
En los herbolarios encontrareis muchas opciones de infusiones y de preparados propios para limpiar nuestro sistema hepático. Tener un hígado sano evita la mala circulación de los líquidos corporales y así evitaremos tener las piernas hinchadas de cara al calor del verano.
Una vez más la reflexología nos recuerda que es un técnica manual que tiene un papel importante en la prevención de nuestras enfermedades. Os animo a visitar a un buen reflexólogo y hacer dos o tres sesiones para darle una buena primavera a vuestro cuerpo.
No importa si os decantáis por la reflexología podal, por la reflexología facial, por la reflexología palmar u optais por la reflexología auricular.
Lo importante es entender que esta estación debemos darle una ayuda extra a nuestro cuerpo.
¿Qué podemos hacer?
Os quiero explicar un gesto muy sencillo que podemos aprender para darle aun más fuerza a nuestras funciones hepáticas.
Según la reflexología facial vietnamita, la mejilla derecha corresponde a la zona refleja del hígado y de la vesícula biliar. Así pues, colocaremos los dedos índice y corazón sobre la aleta derecha de nuestra nariz y deslizaremos nuestros dedos en dirección a la comisura de la boca. Podemos hacer una activación de frotación entre la aleta y la boca hasta sentir que la zona se activa y empezamos a sentir la piel caliente.
Otro gesto que podemos hacer sobre esta zona es la de ejercer pequeños barridos con los dedos en dirección descendente y combinarlo con pequeños picoteos realizados con las yemas de nuestros dedos índice y corazón.
No nos va a tomar más de 1 minuto y con esto activamos la capacidad de nuestro hígado y podemos acompañar mejor nuestras dietas detox para conseguir buenos resultados antes.
Lo más importante es que lo hagas con cariño sin tirones para no dañar la piel, busca la presión y la velocidad de fricción que te resulte más agradable.
Si deseas, puedes repetir esta activación reflexológica después de cada comida y antes de ir a dormir.
Anna Roca
Reflexoterapeuta facial
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