La menopausia es una etapa más de la experiencia de ser mujer y como tal debemos vivirla. Desde que nacemos sabemos perfectamente que un día nos llegará y será una muestra que llegamos a la etapa más madura y serena de nuestra existencia. Pero de alguna manera y por el estigma social que conlleva, incluso a día de hoy, preferimos casi ignorarla y nos dejamos atrapar por las urgencias de nuestra cotidianidad hasta que ya no podemos negarnos que estamos en el periodo pre-menopáusico.

En la menopausia el cuerpo de la mujer debe adaptarse, una vez más, a muchos cambios y a diferentes niveles. Uno de los impactos más importantes es el cese de conexión entre el cerebro y la actividad ovárica que activaba nuestros ciclos menstruales durante casi 40 años aproximadamente y con una frecuencia de 28 días. Durante nuestra etapa fértil, nuestros órganos internos reciben hormonas, mayormente estrógenos, para poder realizar y mantener correctamente la capacidad reproductora de nuestro cuerpo, no solo nuestros ovarios están vinculados a nuestra fertilidad y a nuestra capacidad de procrear. El cuerpo es una unidad energética y como tal trabaja para el bien de todas nuestras funciones vitales, sea la etapa de vida que sea.

En la menopausia no solo dejamos de menstruar, sino que nuestras digestiones, metabolismo, calidad de sueño, nuestra piel… se ven directamente afectados.

Estos cambios originados por nuestras hormonas nos afectan a muchos niveles y nos convienen vivirlos con amor y conciencia para asegurarnos una buena calidad de vida en nuestra etapa más madura. Os propongo una técnica amorosa, amable y nada invasiva para dedicarnos unos minutos al día para cuidarnos y acompañarnos en esta transición vital.

¿Qué es la reflexología?

La reflexología es una técnica que nos permite despertar y activar nuestra capacidad natural de auto regularnos potenciando nuestra energía corporal de manera suave y respetuosa con nuestro cuerpo en cualquier etapa de nuestra vida, desde la más temprana infancia hasta los últimos días. Como principio terapéutico, la reflexología es una técnica que nos brinda poder trabajar tanto el cuerpo físico, como el cuerpo energético así como el cuerpo emocional. Según el origen de nuestro conflicto, veremos sus beneficios en nuestras digestiones, nuestros ánimos o nuestro descanso reparador.

No podemos rejuvenecer nuestra hipófisis pero si que podemos activar nuestro sistema hormonal y nuestro metabolismo estimulando las zonas reflejas de cada uno de nuestras glándulas endocrinas así como nuestros órganos internos. Unos simples gestos sobre nuestro rostro pueden marcar una clara diferencia.

Os hablo de la reflexología facial porque resulta más cómoda y más directa de estimular y lo podemos repetir varias veces al día si fuera necesario. La reflexología facial vietnamita, conocida como Dien Chan nos propone 12 pasos a seguir cada mañana. De la mano de su creador, mi querido profesor Bui Quoc Chau aquí os dejo un pdf para que podáis descargar clicando AQUI

No nos va a quitar más de 3 minutos de nuestro apretado tiempo y en pocos días ya podremos comprobar los efectos positivos en nosotras mismas.

Si ayudamos externamente a nuestra capacidad natural de digerir la vida y de integrar sus distintas etapas, nuestra salud se verá muy beneficiada.


Anna Roca

Multireflexologa facial y acupuntura especializada en liberar cicatrices

www.annarocaterapeuta.com