Bajo el genérico epígrafe de “menopausia”, se encuentra un amplio abanico de signos y síntomas que “sufrimos” las mujeres al cesar la función ovárica.
En sentido estricto menopausia es la fecha de última regla de nuestra vida. Transcurrido un año sin regla, podemos decir que la menopausia, ocurrió entonces, y todo lo que acontece alrededor de aquella fecha, deberíamos denominarlo climaterio. En España la menopausia, en la mayoría de las mujeres, se produce entre los 48 y 52 años.
Hasta entonces, los ovarios han ido dejando de producir óvulos, y es por ello que a medida que cumplimos años la posibilidad de lograr un embarazo espontáneo va disminuyendo en progresión geométrica y asimismo, los ovarios también dejan de producir estrógenos, hormonas tipicamente femeninas y cuya ausencia es responsable de la mayoría de la sintomatología que se produce en esta etapa.
Sin embargo, es por todos conocido, que algunas mujeres refieren una sintomatología intensa y variada, y otras, sin embargo, prácticamente se encuentran asintomáticas.
Desde el punto de vista médico, debemos prestar especial atención a lo que implica estar en situación de falta de estrógenos, que nos dejan desprotegidas en cuanto al mantenimiento de la masa ósea y a la posibilidad de incremento del riesgo cardiovascular.
Pero quizás, y dado que son signos que aparentemente ligamos al paso del tiempo y por otro lado no producen síntomas, no se le presta la atención que se debiera. A veces nos resulta difícil mantener el cumplimiento de un tratamiento prescrito para lo que no vivimos como una enfermedad y esto resulta evidente en el caso de la pérdida de masa ósea, enfermedad silente hasta en su diagnóstico más severo, la osteoporosis, que conlleva fracturas, sobre de todo de muñeca y cadera que deterioran la calidad de vida y en algunos casos complicaciones severas, más aquellas achacables a las fracturas de cadera en edades ya más avanzadas.
Pero sin embargo los síntomas que más afectan a las mujeres y más nos manifiestan en las consultas, son aquellos que se recogen bajo el epígrafe de “síntomas menores de la menopausia” que son origen de angustia y deterioro de la calidad de vida y alteraciones en la relación de pareja. Son estos síntomas, múltiples y variados, que afectan distintas esferas del organismo, como sofocos, sudoración, alteraciones del estado de ánimo que a veces recuerdan a las alteraciones correspondientes al síndrome premenstrual, dificultad para tener un sueño reparador, mal control de peso con redistribución de la grasa que se acumula en caderas, abdomen o mamas, disminución de la apetencia sexual per se o secundaria a las molestias por sequedad de piel y mucosas que empeoran con el paso del tiempo si no se opta por tratamiento….. Todos estos síntomas, menos graves para la salud física, pero más importantes para el bienestar y la calidad de vida de cada mujer.
Saber porqué algunas mujeres manifiestan toda la constelación sintomática y otras, muy escasos síntomas, es imposible explicarlo concretamente en cada mujer.
Las opciones de tratamiento fluctúan entre la terapia hormonal a baja dosis, indicada sin lugar a dudas para aquellas mujeres que tienen problemas de baja densidad mineral ósea, aquellas muy sintomáticas o con riesgo cardiovascular y siempre en consenso con su cardiólogo, o las terapias naturales.
En estos momentos y “gracias” a noticias sensacionalistas relacionadas con la publicación de los datos referentes a estudios multitudinarios realizados en EEUU e Inglaterra, el tratamiento hormonal para la menopausia está muy desprestigiado entre las mujeres, que son reacias, cuando se lo proponemos, a iniciar alguno de ellos, y pesa más en su decisión lo que han oído en medios de comunicación o en su círculo de amistades.
Las razones que argumentan son principalmente las del mayor riesgo de cáncer de mama entre las mujeres que utilizan o utilizaron terapia hormonal sustitutiva. El riesgo relativo se incrementa muy ligeramente con el uso prolongado y la terapia hormonal a dosis elevadas, que es precisamente lo que habitualmente no prescribimos. Por lo tanto las mujeres a las que se les aconseja terapia hormonal en la perimenopausia, deberían estar tranquilas y consensuar con su ginecólog@ la decisión de iniciar y mantener dicho tratamiento.
Una pregunta muy habitual es lo que ocurrirá al suspender el tratamiento , si volverán a aparecer los síntomas que nos llevaron a instaurarlo. La respuesta no es contundente, pero lo que es muy recomendable es realizar la supresión paulatina del mismo, evitando suspenderlo de un día para otro.
Actualmente, mayor número de mujeres opta por terapias naturales. Existen muchos productos en el mercado y de composición muy variada, las ya clásicas isoflavonas de soja, lúpulo, magnolio, derivados de arbustos como el vitex agnus castus, la cimicífuga racemosa, derivados de azafrán, omega 3…, asociados a magnesio, selenio, zinc, calcio, vitamina D… con la finalidad de intentar paliar los síntomas achacables al estatus de deficit hormonal y mejorar la calidad de vida.
Un problema que no está resuelto de manera ni favorable ni gratificante, es el que se relaciona con la esfera sexual. Un elevado de porcentaje de mujeres en posmenopausia refieren inapetencia sexual. Habitualmente ha dejado de ser un tema tabú y las mujeres, en elevadísimo porcentaje, nos comentan su preocupación o bien por la dificultad para mantener relaciones debido al cambio que sufren la piel y las mucosas o por la falta de deseo sexual. En la primera de las situaciones, la solución es fácil, pero requiere constancia. Utilizar hidratantes externos de aplicación vulvar e internos, de aplicación vaginal, junto con lubricantes en el momento de las relaciones sexuales, suele restablecer la casi normalidad de la actividad sexual.
Más difícil es poder ofrecer soluciones eficaces para las mujeres con falta de deseo sexual. Se intentaron, hace uno años, utilizar parches de testosterona que no consiguieron la aceptación ni los resultados esperados. Prescribimos actualmente productos naturales como maca andina, raíz peruana que aumenta el tono vital, rodiola con la misma finalidad…, pero con resultados parcialmente favorables. Y en algunas ocasiones recurrimos a la consulta de sexología para tratar de orientar y resolver en la medida de lo posible la situación.
La menopausia es una etapa de transición y adaptación que requiere información para afrontar de la forma más positiva y natural los cambios que inevitablemente se producen por la falta de hormonas, situación que se mantendrá en muchas mujeres más de un tercio de su vida. No se trata de revertir la función ovárica; se trata de buscar los mecanismos de adaptación, las terapias y estilos de vida más adecuados, que nos permitan que nuestra calidad de vida no se vea deteriorada por un nuevo y fisiológico estatus.
Ginecóloga, directora médica de Gabinete Médico Velázquez en Madrid.
«Repasando la Menopausia» es un gran artículo y está escrito de una forma clara y cercana. Desde el punto de vista médico. pero metida en la piel de la mujer hace un recorrido explicando claramente en qué consiste; sus síntomas, los evidentes y los silentes, llegando de la forma más natural al tema tabú para muchas mujeres su actividad sexual en esta etapa y ofrece un amplio abanico de opciones de tratamiento desde el hormonal hasta las terapias naturales. Muchas gracias Dra. Ojeda !!!
Apreciada María José
aquí tienes la respuesta de la Dra. Ojeda a tu comentario:
Agradezco a María José su comentario. Comprobar que transmites lo que piensas que debe ser interesante para quien lo escribes, a quien te diriges, es gratificante. En consulta, ponernos en la piel de las pacientes, no solo como médico sino como mujer, amplifica el grado de satisfacción y las expectativas que se depositan cuando se acude a visita médica. Lograr entendimiento, comprensión de los problemas mayores o menores que se presentan en esta etapa, es el primer paso hacia una correcta toma de decisiones para conseguir la resolución de los mismos.
Un saludo
L. Ojeda
Gracias Doctora, porque alguien se ha molestado, aunque de una manera general, en informarnos a mujeres que por muchas situaciones te empiezan a decir que eres premenopausica, sobre todo los médicos, pero cuando realmente tienes los síntomas de las retiradas, que hasta ahora, desaparece sólo de vez en cuando la menstruación, no sabes por donde cojerlo.
Un cordial saludo, Lucía
muchas gracias por tu comentario, Lucía
Comprobar que transmites lo que piensas que debe ser interesante para quien lo escribes, a quien te diriges, es gratificante. En consulta, ponernos en la piel de las pacientes, no solo como médico sino como mujer, amplifica el grado de satisfacción y las expectativas que se depositan cuando se acude a visita médica. Lograr entendimiento, comprensión de los problemas mayores o menores que se presentan en esta etapa, es el primer paso hacia una correcta toma de decisiones para conseguir la resolución de los mismos.
Un saludo
L. Ojeda
Me parecen superinteresantes todos los temas tratados en «Ella y el abanico » pero echo en falta algún artículo sobre menopausia precoz por una ooferectomia o una histerectomia por un cáncer de ovario u otra razón, el cuerpo no se va adaptando a ese cambio, y todo se produce de la noche a la mañana en mujeres muchas veces muy jóvenes en las que su cabeza estaba preparándose para una maternidad y se ve sorprendida por una menopausia. Soy la Coorfinadora del Grupp de Apoyo de la Asociación ASACO en Valencia ( Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario ) y es un tema que preocupa y genera miedos y muchísimas dudas.
Hola, Paloma
gracias por tu comentario.
Tienes razón, se trata de un tema de gran importancia. Tenemos pensado abordarlo en profundidad pronto, a través de la visión de una gran profesional, a la que enviaremos tu mensaje y transmitiremos tu inquietud.
Enhorabuena por vuestra tarea. Si podemos contribuir a difundirla, estaremos encantadas.
Saludos!
El también llamado tobogán hormonal . El penúltimo peldaño. Así me siento subiendo y bajando do con cansancio y también incertidumbre. Es como si mi cuerpo ya no me perteneciera. Una amiga lo describe asi :»Es como si mi cuerpo se quedara atrás. Y la pregunta que me surge es ; ¿que sigue?
Los síntomas físicos acompañan a una mujer que no quiere quedarse sintiendo. sino que pueda continuar asumiendo los retos y tareas que la madurez de la vida nos regala.
Y depronto otra vez me siento como embarazada en lugar de sentirme habitada por la sabiduría que a través de la experiencia de vida he conquistado .
Estoy viviendo mi climaterio
Senos congestionados siempre, aumento de perimetro abdominal, bochornos, palpitaciones
Amenorrea de 90 días
Estoy llena de miedos !!!
Es esto normal .?
hola,
gracias por compartir tus experiencias.
Como puedes leer en muchos de los artículos de nuestros profesionales, ninguna menopausia o climaterio es igual.
Tu forma de narrar es muy interesante, aprovecho para comentarte que hemos lanzado el I premio de relatos cortos de humor para dar voz a todas vuestras experiencias. Si sientes que escribir puede ayudarte a aclararte en algún modo, te animamos a hacerlo.
Saludos!
Buenos días, y enhorabuena por la página! He leído este artículo y me he decidido a consultaros, porque empecé a los 37 con una menopausia precoz, y hace ya unos años que tengo una menopausia establecida. Mi pregunta es, si se supone que con la llegada de la menopausia los síntomas deberían desaparecer, ¿por qué sigo teniendo sofocos y angustia? ¿Cuánto tiempo tendré que seguir con ello? Tengo ya 45 y llevo desde los 38 que dejé de tener definitivamente la menstruación… Y esto no se pasa…
Gracias de antemano!
Hola, Maite, gracias por leernos.
Debes estar pasando una etapa complicada y por nuestra parte te deseamos mucho ánimo. Lamentamos no tener criterio médico para responder tu pregunta, por lo que te recomendamos (como siempre lo hacemos) que consultes con tu médico, o con un especialista sanitario de confianza.
Un afectuoso saludo