¿A quién no le dolido alguna vez la espalda? Los dolores lumbares son tan frecuentes que se han convertido en la segunda causa de baja laboral, después de los traumatismos. Además, fuentes médicas calculan que de un 80 a un 90% los sufrirá a lo largo de su vida. El problema es de tal magnitud que ayer se celebró el Día Mundial del Dolor Lumbar con el objetivo de ayudar a erradicar este mal.
El doctor Cayetano Alegre, del Servicio de Reumatología del Instituto Universitario Dexeus, cuenta a ABC que las sensaciones molestas en la parte posterior del cuerpo humano son un mal moderno. «Las personas que viven en las ciudades tienen más probabilidades de padecerlo, al igual que ocurre con la gente que viven en las ciudades frente a la que vive en el campo», relata Alegre.
Las causas más comunes de los problemas lumbares nacen en el entorno laboral. Por un lado, los trabajos que requieren un sobresfuerzo físico y movimientos repetitivos y mecánicos aumentan la posibilidad de sufrirlos. En las oficinas, el motivo principal reside en una forma poco adecuada de sentarse. «La mayoría de la gente se acomoda en el borde de la silla», dice Alegre.
Los tacones también son perjudiciales para la salud. Al llevarlos, el eje de gravedad postural se desplaza hacia delante y los discos lumbares quedan forzados y dañados.
Por su parte, el jefe de Rehabilitación del Hospital Ramón y Cajal, Avelino Ferrero, explica que «el 80% de los personas que acuden a la consulta no tienen una patología clara». «Es el mal de la humanidad, sobre todo, a partir de los 50 años», sentencia.
En consecuencia, las claves para evitar el dolor se centran en la prevención y en potenciar «una buena faja lumbar» a través del ejercicio físico. Estos son los puntos principales:
EVITAR PORTAR PESO
La primera medida que ha que seguir es la de no cargar peso, según coinciden los dos médicos consultados por ABC. Un ejemplo de este mal hábito se sucede con frecuencia en los escolares, que van excesivamente cargados de libros. La mochila debe estar bien colocada y suponer el 15-20% del peso corporal del niño, subraya Ferrero.
GIMNASIA DE TONIFICACIÓN
El deporte ayuda a desarrollar la musculatura y es la mejor prevención para evitar el dolor. Hay deportes violentos para la espalda que no son aconsejables como el ballet o el baloncesto. Otros como el pilates, yoga o la natación son altamente recomendables. Avelino Ferrero apuesta por los paseos diarios de 30 a 60 minutos y por evitar el reposo. «Hay que caminar a paso ligero sin llegar a trotar. Los deportistas que corren también acaban teniendo problemas aunque usen las zapatillas adecuadas», afirma.
POSTURAS CORRECTAS
Es fundamental adoptar la posición correcta cuando se está sentado, preferiblemente en asientos ergonómicos. Para ello, hay que centrar la fuerza en la zona lumbar y enderezar la columna. También es importante mantener la espalda recta cuando estamos de pie o andamos y evitar la frecuente «joroba». A la hora de agacharse para coger algo, el doctor Ferrero aconseja flexionar las rodillas y no doblar la espina dorsal.
UN COLCHÓN «NORMALITO»
Los colchones que deben utilizarse son los de tipo medio. Hay que huir tanto de la rigidez como de una excesiva blandura. Ferrero desmonta un mito: «Los colchones de látex no quitan el dolor de espalda», explica en base a un estudio realizado en la Escuela de la Espalda del Ramón y Cajal.
VIDA SANA
El tabaco tampoco es bueno para la espalda. El esfuerzo que se realiza al toser, tal y como relata Avelino Ferrero, tiene efectos nocivos para los discos lumbares. Un excesivo peso corporal también es perjudicial ya que lo mejor para evitar problemas es mantenerse delgado. Por último, la salud mental también es primordial. Está comprobado que padecer depresión desemboca en el padecimiento de espalda.
ACUDIR AL MÉDICO
En el 3% de los casos de dolores lumbares, el problema se convierte en enfermedad y deriva en una lumbalgia. «Si el problema persiste durante más de un mes, debemos acudir al especialista porque probablemente se tratará de una enfermedad y no de un dolor de espalda simple», explica el doctor Cayetano Alegre.
Fuente: madri+d
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