Sexo, placer y menopausia

Hay aspectos de la vida que, aunque todavía no los hayamos vivido, sentimos que podemos abordarlos porque los intuimos, porque forman parte de nosotras.
Esto es precisamente lo que a mi me pasa cuando se trata de la menopausia. Como fisioterapeuta y mediadora, cuento con la experiencia de mis pacientes., y puedo tratar algunos de sus síntomas, aunque se manifiesten de forma indirecta.
Como mujer sólo puedo guiarme por mi instinto, y por los testimonios de las mujeres que me rodean. A este respecto, ahí van algunas de las frases que he ido escuchando: ‘Pierdo la memoria, ya debo estar menopáusica’, ‘Se me está yendo la regla, me estoy haciendo vieja’, ‘No tengo ganas de sexo, la menopausia está al caer’.

por la Fisioterapeuta Laura García

Si me dejo llevar por la opinión o por el sentir general, parece que he de prepararme para un declive. Si eso es lo que me espera en unos pocos años, ¡ya me puedo calzar! ¿Qué pasa si yo no me siento así? ¿ Vieja? ¿Desmemoriada? ¿Sin ganas de sexo?
Con respecto a esto último, es cierto que con la menopausia disminuye la producción de estrógenos, aumentando la sequedad vaginal. Puede ser que disminuya la libido, pero que tengamos menos ganas no significa que se nos vayan del todo. El tono sexual no se mide por el número de veces que lo hago ni por las veces que llego al orgasmo, sino por el nivel de satisfacción, por la calidad del placer que obtengo. Porque en definitiva, la finalidad principal del sexo es, simplemente, obtener placer.
Y el placer sexual se puede obtener de infinidad de maneras: solas, acompañadas, con juegos, con juguetes, con imaginación, con humor, con amor, o sólo con deseo. Lo único necesario es tener curiosidad, ganas de conocerse y de conocer. Y ahora que digo esto, me acuerdo de una paciente que, habiendo superado los cincuenta, me dijo recientemente: ‘En este momento de mi vida es cuando más curiosidad siento por las cosas’. Sobre la menopausia, no todo son testimonios negativos.
Los años nos nutren de sabiduría y experiencia. Si somos un poco listas (todas lo somos), también de autoconocimiento y sofisticación. Y si además, nos queremos bien, los años nos hacen infinitamente bellas. Son demasiadas cosas buenas para no permitirnos pensar, vamos a decirlo bien claro, que el sexo es para disfrutar más de la vida.