¿Alguna vez te has planteado lo necesario que es limpiarse energéticamente?
Hace mucho tiempo atrás, durante la revolución Industrial se dieron muchos cambios en nuestras sociedades. Uno de estos grandes cambios permitió que se tomara consciencia de la importancia de la higiene física. Alcantarillamos las ciudades, se crearon fosas sépticas en las fincas rurales y se popularizó el uso de los baños y las limpiezas del cuerpo físico. Poco a poco hemos ido integrando estas prácticas de higiene como algo natural en nosotr@s. Por ello, a día de hoy, es difícil encontrarse con personas que no se duchen de forma regular.
Entendiendo que estas prácticas han sido claves en nuestro desarrollo personal y social, quiero hacer un llamado a una nueva actualización de nuestros hábitos. Integrando en nuestro día a día lo que yo llamo higiene energética. Porque ducharse y limpiarse físicamente es una parte, pero limpiarse las impresiones energéticas que vamos recogiendo desde que nos levantamos y hasta que nos acostamos es también muy importante.
Muchas de nuestras actitudes, muchas de nuestras reacciones y muchos de nuestros hábitos son ocasionados por el intercambio energético que realizamos con las personas que compartimos momentos en el día. A veces pueden ser intercambios buenos para nosotros, otras veces puede ser que no lo sean y que necesitemos desprendernos de ellos antes de que penetren demasiado nuestros sistemas.
Para ello podemos hacer muchas cosas que nos ayudarán a mantener nuestro cuerpo sano, limpio y preparado para vivir la vida que nuestra alma ha elegido para nosotr@s.
En el vídeo de esta semana podrás comprender y profundizar en este tema tan interesante.
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