¿Quién no ha sentido terror a entrar en el probador en algún momento de su vida, como si se tratara de estar enfrente un animal peligroso?

Encontrarse delante del espejo con la realidad, con alguna parte del cuerpo que por error tiene la forma que no tendría que tener, por que no encaja con la imagen de lo que debería ser.

¿Cómo puede ser que un lugar tan pequeño e íntimo nos enfrentemos a nuestros fantasmas, nuestros temores?

   Hay personas que para evitar este mal trago no se prueban la ropa en la tienda y lo bueno es que hay bastantes que acostumbran a acertar, ¿por qué? Porque tienen muy claro las formas que les quedan bien y el estilo. Hay otras que sí que entran en el probador de la tienda con lo que ya saben que les favorece.   Esta es una solución para evitar sentir ese t-error pero luego viene cuando vemos que nuestra imagen y manera de vestir es monótona y aburrida. Si se quiere descubrir otros elementos o estilos de ropa que renueven la imagen y verse actualizada es indispensable pasar por ver el error.

   Os invito a entrar en el probador con otros ojos, sin t-error al error, no pasa nada si al probar alguna prenda queda horrorosa porque lo más importante, lo que realmente estáis haciendo es abriros a la posibilidad de incorporar nuevas formas. Y a partir del intento error aparece la prenda que no nos imaginábamos que nos pudiera quedar tan bien y que nos actualiza la imagen.

Es en ese momento que descubrís que ese animal salvaje no es tan peligroso y que hasta os podéis reír juntos porque hay algo más grande que os une; el trascenderse a uno mismo.

Montse Teixidó.
Personal Shopper, gestora de imagen interna y externa.
www.montseteixido.com
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