Gases, retención de liquidos, kilitos de más..
De las emociones a nuestros cuerpos… esos malestares tan comunes
Cuando experimentamos emociones y pensamientos fuertes y repetitivos estos tienden a manifestarse en nuestro cuerpo físico.
Cuando alguien está bajo la influencia de algo bonito, alegre y divertido su piel, sus ojos, todo su cuerpo expresa luz, está radiante y magnetiza buenas vibraciones. La vida es alegre, la gente a su alrededor es amable, disfruta de lo que hace y transmite un carisma que atrae la mirada de las otras personas.
Pero cuando alguien está bajo la influencia de pensamientos y emociones que no son agradables y que no sabe qué hacer con ellos por no pertenecerle o por ser demasiado densos para poder digerirlos, tiende a sentirse mal, desanimad@ y muchas veces cansad@. Con pocas ganas de relacionarse y de salir a la calle.
Estas pueden ser energías estancadas y en algunos casos pueden expresarse en forma de trastornos y enfermedades. Por ello es altamente importante ponerles remedio de forma inmediata.
¿Te has fijado que cuando te sientes nervios@ o incómod@ tiendes a tener gases?
Estos pensamientos y emociones que nos dañan pasan de un estado etérico a un estado gaseoso que si no le ponemos remedio se acumulan de estos gases en nuestro sistema se convierten en líquido que se retienen por no saber nuestro cuerpo qué hacer con ellos. ¿Te suena?
Finalmente estos líquidos se van densificando hasta convertirse en tejido adiposo y células grasas que van haciendo que tu cuerpo coja volumen. Eso sí, en zonas donde no puedas sufrir graves riesgos, en zonas dónde no hay órganos internos y vitales.
En zonas como el abdomen, las nalgas, los muslos, los brazos y poco a poco van abarcando más y más zonas de nuestros cuerpos físicos. Pero recuerda que en realidad provienen de tu mente, de tus emociones y de la incapacidad de detectarlos y eliminarlos en el momento que se tuerce la situación.
Por eso desde Mundo Pránico te proponemos que te pongas manos a la obra y que no permitas que estas energías se estanquen en tu sistema, gestionando las situaciones de forma proactiva e inmediata.
¿Cómo?
Haciendo reflexión interior cada día antes de acostarte, cuando estés en el sofá o en la cama, esos minutos antes de cerrar los ojos hasta el día siguiente son ideales para realizar esta tarea. Es muy fácil. Sólo tienes que hacer un recuento del día. Eso sí, primero de las cosas bonitas, las cosas que te han hecho sentir bien y que te hacen sonreír y sentirte satisfech@ de ti mism@ y una vez dibujaste una sonrisa en tus labios y te hayas felicitado pasaremos a la siguiente parte. Hacer recuento de las cosas que no te han gustado, que no has entendido o que te han hecho sentir simplemente incómod@. Toma cada situación una a una y en una pizarra mental delante de ti imagínate la situación, ya sea un sentimiento, pensamiento o una acción. Visualiza un borrador mágico que al pasarlo por encima de la proyección lo borra hasta desaparecer y antes de pasar a la siguiente situación visualízate haciendo, pensando o sintiendo aquello que te hubiese gustado experimentar.
Si dedicas unos minutos al día antes de acostarte a hacer este ejercicio muchas de estas energías que se estancaría desaparecerán, además de empezar a poner orden al caos que hayas podido acumular con el paso de los años y de las experiencias.
Marta Puig Bayés
Sanadora pránica.Naturópata. Maestra en Masaje tradicional Tailandés. Terapeuta vibracional y estudiosa de varias disciplinas y tradiciones iniciáticas. Estudió psicología en la UAB.
Formada como Terapeuta e Instructora de Sanación Pránica. Alumna del Maestro Choa Kok Sui y de sus discípulos directos. Practicante de Arhatic yoga. Socia fundadora y vicepresidenta de la Asociación Española de Pranic Healing. Directora de Mundo Pránico, centro para el desarrollo del Pranic Healing y el Arhatic Yoga.