Vivir sin presión, sentirse ligera física y emocionalmente para caminar hacia nuestros objetivos y volar con nuestros sueños. Eso podría ser vivir hipopresivamente.

Pero ahora vamos a centrarnos en borrar la presión abdominal, para librarnos de afecciones muy molestas, las relacionadas con el deterioro del suelo pélvico.

Uno de los mejores recursos utilizados en la rehabilitación pelviana, son los abdominales hipopresivos, que consiguen subir las vísceras y aligerar de presión al maltrecho suelo, el cual debería estar muy fuerte para poder contener los impactos diarios.

Generalmente estos ejercicios gozan de mala fama, mejor dicho, se tiene la impresión de que son aburridos, difíciles y perecederos en las rutinas diarias.

Nada me gustaría más, que conseguir hoy desde aquí, una fuerte motivación en las mujeres, animándolas a incluirlos en su día a día, para que se beneficien de los magníficos resultados.

Tengo muchas pacientes que me dicen “que son mágicos” una vez los han entendido y los hacen asiduamente, en cambio antes de conocerlos y entenderlos bien, eran reacias a ellos.

A algunas mujeres, que solo han tenido un corto contacto con los hipopresivos, les queda a menudo la idea de que son difíciles de entender y ejecutar, cuando en realidad la técnica básica es simple. Y otra leyenda urbana cuenta que se necesita mucho tiempo para hacerlos, así que de entrada esta idea causa también pereza.

Según mi experiencia podemos contar con dos potentes motivaciones: que se notan y que son fáciles de hacer, como veremos a continuación, contra las cosas negativas que se dicen de ellos.

¿Qué os parece si consigo que os gusten como a mi? ¡Sería estupendo!!

Repasemos unas cuantas verdades sobre esta técnica y veremos que los resultados visibles son muy rápidos, es decir que a muy corto plazo se pueden ver cambios en el abdomen.

“Difíciles de hacer, no se ven los resultados a corto plazo y demasiado tiempo para invertir en su realización diaria” es lo que se escucha por ahí, así que me ofrezco para desmontar estas teorías.

Empecemos por la primera ¿difíciles?

Toma aire por la nariz y sácalo todo. Una vez sin aire, cierra boca y nariz sin volver a coger aire, subes costillas y las abres. ¿Qué tal? A lo mejor lo de subir las costillas y abrirlas, te suena raro, pero sigue haciéndolo varias veces, incluso puedes poner las manos debajo de las costillas, para notar mejor esa maniobra. Repetimos hasta que nos encontremos cómodas y seguras.  

Las posturas en las que se pueden hacer son muy diversas: de pie, sentadas, de rodillas, estiradas en el suelo y a cuatro patas. Hacerlo en parejas es muy divertido y efectivo, tanto que equivale a trabajarlos la mitad de tiempo, en cuanto a esfuerzo y rendimiento.

¿No se notan más que a largo plazo?

No es cierto. En pocos días vemos cambios en el espejo, como una cintura más estrecha y unas rayas abdominales verticales.

¿Solo son efectivos si dedico media hora al día?

Estuve investigando durante unos meses una idea que me estaba rondando por la cabeza desde hacía tiempo. Dediqué 7 minutos diarios durante dos meses y FUNCIONA!!!! Conseguí ver cambios físicos en mi abdomen.

A esto le llamé “técnicas exprés” con esa ilusión que siempre tengo de bautizar mis propios hallazgos.

¿Sigues pensando que no te atraen? Unos grandes aliados tuyos, así que busca un entrenador de confianza cerca de tu casa o de tu trabajo y apasiónate. Si te ha gustado la idea de practicar con tu pareja o con una amiga, ya sabes, a por tu objetivo! Primero libérate de la presión abdominal y luego te quitas todas las demás, para ponerte a tono con la primavera.

 

PilarPons2Pilar Pons.
Enfermera,Fisioterapeuta y Coach
http://pelvicgarden.com/