PASTILLAS

Tomo suplementos permanentemente para mantenerme saludable y con energías, eso me ayudó cuando entré a la menopausia. Ni cuenta me di.”

No idealicemos las vitaminas. Es importante que la gente no cifre falsas expectativas sobre el tema de vitaminas y minerales.” Fuente : La prensa gráfica

Es costumbre que, por ejemplo, cuando una persona se siente en situaciones de estrés, agotamiento físico y mental acuda a una farmacia y pregunte cuál es la vitamina ideal para revitalizar mente y cuerpo. El dependiente de la farmacia le asesora sobre una variedad de vitaminas existentes y le vende aquel envase polivitamínico como el más efectivo para quitar el estrés, mejorar la memoria, y el que le quitará el insomnio. Listo. Se las lleva sin pensarlo. Empieza a atiborrarse ese coctel de vitaminas, a diario, hasta el punto de tomarlo como un hábito permanente en su vida.

Pero en realidad, ¿se ha puesto a pensar si realmente su organismo lo necesita y en esas cantidades?

El doctor Eduardo S. Wollants, de Clínica Wollants, especializada en nutrición y dietas, está consciente de que esta es una “moda” preocupante ya que muchas son las personas que achacan problemas de salud a las vitaminas, esperan encontrar en los suplementos vitamínicos o complejos una “cura”, pero lastimosamente desconocen que en la mayoría de los casos son otras situaciones de su estilo de vida las causantes del estrés, la fatiga, la pérdida de sueño. Por ejemplo si es hipertenso, debido a una mala oxigenación, le genera el cansancio y esa fatiga. Y se siente mucho más débil porque quizá come pero no se nutre, es decir, no ingiere los alimentos y nutrientes necesarios y básicos.

Entonces, el llamado que hace este especialista es claro: No ver a las pastillas como el “milagro”.

“No idealicemos las vitaminas. Es importante que la gente no cifre falsas expectativas sobre el tema de vitaminas y minerales. La fuente óptima de vitaminas y minerales está en los alimentos”, afirma el doctor Wollants.

Y es que las vitaminas son elementos reguladores del organismo que si bien no tienen ningún aporte calórico son importantes en innumerables procesos biológicos. Su ingesta es fundamental porque el sistema orgánico no las produce, por tanto hay que incorporarlas a través de ciertos alimentos. Los expertos aclaran que reemplazarlos con pastillas es muy común, pero que salvo en casos muy concretos, su ingesta no es necesaria.

José Gutiérrez, también nutriólogo, coincide en esta opinión y asegura que nada mejor como nutrirse a diario con los alimentos frescos provenientes de las 13 vitaminas consideradas las necesarias: A, C, D y K (ver recuadros).

Gutiérrez asegura que las vitaminas son compuestos biológicamente muy activos por lo que generalmente se necesitan en cantidades muy bajas. Los seres vivos requieren ciertas cantidades diarias de cada vitamina y cualquier alteración de estos límites revierte en trastornos de los procesos metabólicos. Pregunte a su médico cuánto es la cantidad de acuerdo con su edad, ya que no es la misma para un niño, un joven, adulto o anciano.

Casos en que son necesarias

Se pueden recurrir a ellas solo en casos necesarios. Por ejemplo, durante el embarazo, Wollants recomienda tomar ácido fólico para prevenir las anomalías del tubo neural, así como hierro y calcio (minerales) para combatir la anemia gestacional. Niños y adolescentes necesitan más calcio y más vitamina D para los huesos. Por lo menos recibir sol 15 minutos al día, aconseja, pero temprano en la mañana.

Además, quienes sí requieren de complejos vitamínicos son pacientes con enfermedades degastantes como cáncer, pacientes que han estado entubados y no ha recibido el soporte nutricional adecuado, y otros. Pero debe ser manejado con dosis terapéuticas para cubrir esa deficiencia.

Por el contrario, si no es su caso y abusa de este consumo de suplementos farmacológicos podría pasar las peores consecuencias, como la hipervitaminosis D, una patología que se manifiesta en una progresiva pérdida del apetito, con apatía, trastornos digestivos, náuseas, vómitos frecuentes y estreñimiento.

El consumo excesivo de la vitamina A puede producir enfermedades del hígado. Además advierte que no se deje engañar que, por ejemplo, la vitamina C evita enfermarse de gripe. Wollants asegura que va a mejorar su sistema inmunológico pero va a depender del contacto directo que tenga con el virus para que se enferme de gripe o no. Además descarta que las vitaminas ayuden a engordar o, si lo hacen, es cuando traen un estimulante del apetito, como la Ciproheptadina.

Debe saber además que las vitaminas se dividen en liposolubles e hidrosolubles, la primera de este tipo, al consumirla en exceso como la A, D, K, puede provocar ceguera. Además, el exceso de la K puede generar problemas de coagulación.

Sin embargo, la alerta que brindan los expertos es para quienes se toman cocteles multivitamínicos, porque un multivitamínico al día “está bien”, consuela Wollants. El punto es no poner su fe en un envase o en una pastilla, sino en lo que come.