El envejecimiento es un proceso natural que tiene lugar a lo largo de toda la vida y se caracteriza por un conjunto de cambios biológicos, fisiológicos, funcionales, psicológicos y sociales; algunos de los cuales se agudizan a partir de los 65 años mientras que otros comienzan mucho antes, incluso después de la adolescencia, como sucede con la pérdida de masa ósea tras el pico máximo de formación de los huesos, alrededor de los 20 años de vida.

Según datos de la OMS, la población mundial de mayores de 60 años se duplicará en las siguientes décadas, pasando de 900 millones en 2015 a unos 2.000 millones en 2050. En España, la población mayor de 65 años, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) de 2013 es de 8.345.530 (3.581.365 hombres y 4.764.165 mujeres).

El envejecimiento determina cambios a nivel fisiológico, morfológico, humoral, de la homeostasis y los sistemas de control, del sistema inmune, del funcionamiento orgánico y, en general, de todos los procesos funcionales.

También afecta de forma muy importante y a veces severa a los procesos de la digestión, absorción, utilización y excreción de nutrientes. Esto va a condicionar las estrategias dietéticas, nutricionales y culinarias de las personas o colectivos de avanzada edad.

Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre envejecimiento poblacional se centran en una sola característica de las personas: su edad cronológica. Muchas características importantes de las personas varían con la edad, pero las características específicas por edad también varían con el tiempo y difieren de un lugar a otro. Un nuevo estudio propone complementar las medidas tradicionales de envejecimiento por otras nuevas que tengan en cuenta las características cambiantes de las personas.

El estudio emplea nuevas características de enfoque para medir la población que envejece. Proporciona ejemplos de las nuevas medidas de envejecimiento de la población utilizando características, tales como la esperanza de vida restante, la salud, la edad normal de pensión pública, y la fuerza de prensión manual de manera que utiliza un enfoque más novedoso en comparación con los métodos tradicionales.

Así pues, como complemento de la edad cronológica, pueden usarse orientaciones que tengan en cuenta las características cambiantes de las personas lo que nos permitirá analizar el envejecimiento de forma más completa y con mayor precisión.

La línea nutracéutica bajo el nombre ELIXIR DRAGÓ constituye un nuevo concepto anti-aging que ha sido desarrollado por la UCAM-Universidad Católica de Murcia a partir de la «fórmula» que durante años ha tomado Fernando Sánchez Dragó.

El nuevo concepto se ha establecido sobre dos pilares capitales cuales son el que el ELIXIR DRAGÓ está diseñado especial y específicamente para retrasar el proceso de envejecimiento y, por ello, puede tomarse a cualquier edad pues, como se ha dicho antes, este proceso comienza con el fin de la adolescencia y, en segundo lugar, que su concepción se ha basado en el diseño de una línea capaz de minimizar e incluso revertir los principales cambios en los procesos funcionales y orgánicos que se asocian al envejecimiento.

Además, el ELIXIR DRAGÓ constituye un sistema anti-envejecimiento único no solo por su conceptualización sino también por su composición, basada en un cuidadoso proceso de búsqueda y selección de ingredientes eficaces y de alta calidad con una estandarización comprobada que permite la misma actividad y seguridad en todos los lotes del producto y con una validación científica que permite asegurar su efecto anti-aging individualizado.