Esta planta conocida también como “maravilla” es originaria del sur de Europa y Oriente próximo, sin embargo debido a su gran capacidad de propagación, la podemos encontrar en un gran número de zonas templadas del planeta. Tiene la particularidad que florece prácticamente durante todo el año.
Se distingue por sus grandes y hermosas cabezuelas florales de color anaranjado, que se cierran a la caída del sol y se abren nuevamente al alba. Son ricas en calendulina, una substancia de consistencia mucilaginosa, flavonoides, substancias amargas, carotenoides así como una pequeña cantidad de aceites esenciales, materias minerales y ácidos orgánicos
Localmente esta planta se comporta como antiséptica y antiinflamatoria, se utiliza la infusión de caléndula en casos de eccema, quemaduras, irritaciones simples, quemaduras solares o urticarias sobre las cuales ejerce un efecto demulcente y antipuriginosa.
La flor de caléndula posee cierta actividad de tipo estrogénico, tradicionalmente se utiliza para regular el ciclo menstrual, es capaz de regular el flujo menstrual aumentando las menstruaciones escasas y regulando los flujos demasiado abundantes. El aceite esencial y la tintura de caléndula tienen propiedades fungicidas contra algunas infecciones vaginales como la candidiasis.
La flor de caléndula también nos aporta propiedades digestivas, estimula la salida de bilis hacia el tracto digestivo mejorando así el proceso digestivo. Una infusión de flores de caléndula después de la comida nos ayudará en caso de digestiones pesadas o retortijones.
Sus acciones antiinflamatorias suaves, demulcentes y antibióticas hacen de la flor de caléndula un recurso eficaz en pieles secas, estrías del embarazo, manchas en la piel, dermatitis del pañal, infecciones cutáneas o psoriasis.
La caléndula se puede utilizar de múltiples formas: la flor tierna machacada y aplicada localmente, en infusión tomando 2 o 3 tazas al día, en forma de compresas, enjuagues bucales, también en forma de aceite macerado (poner un puñado de flores de caléndula secas en un tarro de cristal sin apretar y rellenarlo con aceite, dejando macerar durante cuarenta días). Este aceite es ideal para culitos irritados de los bebés o dermatitis de cualquier tipo. Este aceite macerado es la base para preparar una buena crema de caléndula.
Los pétalos tiernos de caléndula los podemos utilizar para preparar una sabrosa ensalada de flores.
Además de ser una bonita flor, la caléndula es una planta maravillosa para la mujer.
Deja tu comentario